Con una sexta parte del comercio mundial en juego, Estados Unidos y más de veinte países más formaron un grupo de trabajo naval para proteger a los buques comerciales que navegaban por el Mar Rojo de los ataques hutíes.
Los barcos han resultado dañados y la seguridad de la tripulación está amenazada, lo que ha obligado a las empresas a impedir que sus barcos entren en el estrecho de Bab el-Mandeb.
Según la nueva misión, los barcos militares en la región se ubicarán de manera que brinden protección general a la mayor cantidad de embarcaciones posible.
Las líneas navieras de contenedores más grandes del mundo suspendieron el envío a través del Mar Rojo el fin de semana pasado, mientras que la petrolera BP ( BP ) se unió a ellas a medida que las tarifas de flete y las primas adicionales por riesgo de guerra aumentaron