Por... Kelsey Vlamis
Bloomberg informó en agosto de que de las más de 1.000 personas a las que encuestó que ganaban al menos 175.000 dólares al año, el 25% se describió a sí mismo como "muy pobre", "pobre" o "arreglándoselas pero las cosas están apretadas".
Bloomberg informó de que unos ingresos de 175.000 dólares estarían en el 10% superior de los declarantes de impuestos.
"La dismorfia del dinero es la visión distorsionada que tenemos de nuestra realidad financiera, y nos hace tomar malas decisiones", explica a Business Insider Ali Katz, abogada especializada en planificación familiar y financiera.
Esta mentalidad puede hacer que las personas tomen malas decisiones financieras y personales, según Katz. Puede provocar que permanezcan en un trabajo que odian, que den más prioridad al trabajo que al tiempo de calidad con la familia o que pospongan ambiciones profesionales mayores, como crear una empresa, porque piensan que primero tienen que ser más ricos. También puede causar un estrés excesivo y constante.
Aunque la dismorfia del dinero afecta a personas de cualquier generación, los millennials de hoy pueden sentirla más que otros. Una encuesta realizada el mes pasado reveló que los millennials creen que necesitan un salario anual de 525.000 dólares para ser felices, cuatro veces más que otras generaciones.