Los dos grupos estudian las ventajas e inconvenientes de un pacto global para compartir infraestructuras que les permita recortar inversiones sin hipotecar el crecimiento ni perder competitivad.
Telefónica, el primer operador integrado de telecomunicaciones de Europa (con una facturación de 57.946 millones de euros en 2008, un 2,7% más) y Vodafone, el mayor grupo móvil europeo (con 35.478 millones de libras de ventas en el ejercicio 2008), están explorando la posibilidad de integrar sus redes de telecomunicaciones móviles en los diferentes países en los que compiten.
La razón de estas negociaciones es hacer frente a la crisis económica y la consiguiente caída de la demanda, por medio de una fuerte reducción de costes.
Ambos grupos se solapan en seis países de Europa, donde tienen 200 millones de clientes
Compartir las inversiones en infraestructura es uno de los principales mecanismos de ahorro de que disponen las operadoras móviles.
La semana pasada los medios de comunicación británicos adelantaban que Vodafone y O2, la filial de Telefónica en el Reino Unido, negocian un pacto para fusionar sus redes en aquel país. El acuerdo entre ambas parece estar muy cercano, aunque, en realidad, no es más que la punta del iceberg, puesto que los dos grupos han decidido mirar tambiíén las posibilidades de extender la alianza de forma internacional, para que tenga consecuencias en todos aquellos países en los que están presentes ambos grupos a la vez.
Telefónica y su gran rival, Vodafone, están presentes, a la vez, en cinco países europeos:Reino Unido, España, Alemania, República Checa e Irlanda. Además, Vodafone tiene 23 millones de usuarios en Italia, un país en el que Telefónica no tiene presencia directa, pero donde es el principal accionista de Telecom Italia, que cuenta con 35 millones de usuarios.
En total, entre los dos grupos, más Telecom Italia, disponen de 199,5 millones de clientes en los seis países. Telefónica y Vodafone invierten alrededor de 700 millones de euros anuales, cada uno, en sus redes móviles en España. Telefónica España facturó por este negocio 9.684 millones en 2008, un 0,1% más. Las ventas de Vodafone España en el ejercicio 2008 (cerrado en marzo del año pasado), se elevaron a 7.170 millones, un 8% más.
El acuerdo podría afectar sólo a algunos de los seis países en los que existe presencia simultánea de los dos grupos, o a la totalidad, dependiendo de las peculiaridades locales de las redes, y de la regulación sobre competencia de cada país.
Todas las operadoras aplicarán recortes de inversiones en las redes para los próximos ejercicios
Este tipo de acuerdos pueden provocar actuaciones de los servicios de defensa de la competencia de los Estados. El acuerdo entre ambos ha empezado en el Reino Unido por la situación competitiva del país, donde existen cinco operadores (Telefónica, Vodafone, France Tíélíécom, Deutsche Telekom y 3, del grupo hongkoníés Hutchison).
Pero la crisis económica y la consiguiente caída de la demanda, la propia guerra competitiva del sector por bajar los precios, y la presión regulatoria de las autoridades nacionales y comunitarias, empeñadas en recortar las tarifas por decreto, está reduciendo la flexibilidad del sector para mantener sus márgenes y obligándole a reducir sus inversiones, como ya han anunciado todas las grandes operadoras europeas. Compartir redes, con unos o con otros, va a acabar siendo una obligación para toda la industria.
De hecho, lo más probable es que los otros tres rivales británicos de estos dos grupos se vean obligados a hacer lo mismo e integrar tambiíén las redes de T-Mobile (Deustche Telekom), Orange (France Tíélíécom) y 3 (Hutchison) en una sola infraestructura común. En España, el camino será, probablemente, similar.
Por ahora, Vodafone tiene, desde hace dos años. otra pareja de baile (Orange) para compartir redes. Sin embargo este acuerdo no sería un problema, ya que es limitado y sólo afecta a las nuevas redes 3G y para las poblaciones de menos de 25.000 habitantes. Telefónica valía ayer 70.951 millones, con una subida del 2,72%. Vodafone tenía ayer un valor de 63.242 millones de libras, unos 68.530 millones de euros (+3,97%). Ambas ocupan las dos primeras posiciones en el ránking bursátil del sector en Europa.
La española subirá la velocidad de sus servicios para escapar a la CMT
Telefónica planea cambiar los parámetros del despliegue de su red de fibra óptica para poder ofrecer servicios de mayor velocidad, de 50 megas, con el objetivo de diferenciarse de sus rivales. La española está obligada por la CMT, el regulador del sector, a ofrecer a sus rivales un acceso mayorista sobre su propia red de hasta 30 megas de velocidad en todo el territorio español.
La CMT quería que esta obligación se impusiera sólo en dos tercios del territorio (las zonas en las que considera que no hay competencia suficiente) y permitir libertad total a Telefónica en las zonas suficientemente competitivas, que suponen el 37% de las líneas, principalmente en las grandes ciudades. Pero la presión de la Comisión Europea obligó a la CMT a rectificar.
Por eso, Telefónica está cambiando sus planes para poder llegar a más clientes con ofertas de 50 megas, que le permitan diferenciarse de los 30 megas que podrán ofrecer sus rivales.
En octubre de 2007, el anterior presidente de Telefónica España, Antonio Viana, anunció que para 2010, más del 40% de las líneas de España podrían ofrecer velocidades de 30 megas, sobre fibra óptica. Ahora, según el portal ADSLZone, para 2010 habrá tambiíén un 40% de líneas que podrán llegar a los 50 megas.
Sin embargo, hace año y medio se había planificado que, para finales de 2010, el 80% de las líneas de España podrían ofrecer 10 megas de velocidad. Ahora, sin embargo se prevíé que, para esa fecha, sea el 70% de los bucles los que alcancen esa velocidad, y que el 68% tengan una capacidad suficiente como para ofrecer Imagenio, el servicio de televisión de pago por ADSL.