Las nuevas herramientas de inteligencia artificial suponen un nuevo campo de batalla para combatir la desinformación electoral.
OpenAI prohibió las cuentas que utilizaban ChatGPT para generar artículos y publicaciones en redes sociales relacionadas con las elecciones estadounidenses, la guerra entre Israel y Hamás y los Juegos Olímpicos.
Las cuentas estaban vinculadas a una campaña de influencia iraní que generaba y compartía este contenido a través de artículos extensos y comentarios en redes sociales utilizados en Instagram y X.
Si bien OpenAI dice que la campaña "no parece haber logrado una participación significativa de la audiencia", demuestra que esta nueva frontera ha aumentado los riesgos para quienes luchan contra la desinformación.