Nuevas tendencias: El dinero, ¿lo quiere en efectivo o en lingotes de oro?
Un fondo de inversión alemán permite la opción de cobrar el dinero en barras de oro en vez de en efectivo, una original propuesta dentro del sector.
El atractivo de los fondos de inversión ya no está en si invierten en oro físico, en acciones de empresas relacionadas con el metal dorado o en derivados. La nueva originalidad es la posibilidad de que los reembolsos se hagan en oro, como permite el Hansagold, un fondo de inversión de la firma alemana Hansainvest.
Este fondo nació gracias al cambio legislativo en Alemania que permite que un fondo pueda invertir hasta el 30% de su patrimonio en oro o en futuros sobre el metal dorado. Hansagold tambiíén puede invertir hasta un 25% en certificados en oro, así como en certificados en plata y bonos públicos.
Esta tendencia hacia la posesión física del metal dorado no es nueva. Según la empresa Oro Direct, la demanda de oro en España se multiplicó por diez en 2008, “a raíz de las sucesivas quiebras de entidades bancarias y la situación actual de la bolsaâ€. Oro Direct afirma haber vendido 2 toneladas de oro físico durante 2008. “Entre septiembre del año pasado y febrero de este año hemos vendido la misma cantidad de oro que en todo 2008â€, afirma Marta Domínguez, directora de comunicación de la firma.
Domínguez indica que “la demanda actual es una fracción de la demanda potencial que existe si se confirma que el mercado distingue al oro como instrumento de conservación de valor, en detrimento de otros instrumentos monetariosâ€.
Sin embargo, el mercado desmiente esta última afirmación, pues el ETF SPDR Gold Trust, un instrumento monetario puro (un fondo cotizado en Londres) es uno de los mayores poseedores del metal dorado del mundo, por encima incluso de algunos bancos centrales, con unas reservas reconocidas que superan actualmente (a trece de marzo) las 1.041 toneladas. En concreto, según datos del diario ‘Financial Times’, este fondo se ha convertido en el síéptimo mayor poseedor de oro del mundo, y ha sido capaz de comprar este mismo año alrededor de 228,6 toneladas o el 10% del total de la producción minera mundial.
En cualquier caso, queda patente que el mercado está respondiendo al mayor interíés hacia el oro por parte de los inversores con nuevas propuestas capaces de ligar los productos financieros más clásicos (fondos de inversión) a las demandas más actuales (posesión física del metal).