Las veinte acciones más manipulables de la bolsa
Publicado en Expansión por Carmen Rosique
La caída de la bolsa ha alejado a muchos inversores del mercado, lo que ha reducido la contratación en todos los valores. Empresas pequeñas y con poco capital libre en el mercado son las más manipulables.
Una veintena compañías de la bolsa española mueven a diario menos de 20.000 euros y otras tantas no logran negociar más de 10.000 acciones en una sesión. La mitad negocian menos de 10.000 euros. En muchos casos, con una orden de 3.000 euros se puede alterar la cotización.
Hay casos extremos, como Federico Paternina, Bodegas Riojanas, Lingotes Especiales y Cvne, por ejemplo, que pueden pasar sesiones sin que los inversores intercambien ningún título o que no superan el centenar. En la media de los últimos tres meses sólo Cvne ha negociado más de tres mil títulos en una jornada.
Según los cálculos de CapitalatWork, con una inversión hipotíética de 10.000 euros un inversor puede mover más del 100% del volumen diario medio de las últimas 30 sesiones de siete compañías: Paternina, Inbesos, Cvne, Bodegas Riojanas, Lingotes Especiales y Banco de Andalucía. En otros 12 valores, con este importe puede acaparar entre el 30% y el 70% de la negociación.
La huída de inversores ha dejado a muchas pequeñas compañías en manos de especuladores
La caída de la bolsa ha expulsado a muchos inversores de la renta variable y esto hace que las sesiones estíén dominadas por hedge funds, los especuladores y la operativa intradía. La ausencia de inversor final y el poco apetito por la bolsa hace que la cotización de muchas empresas pequeñas sea más fácil de dirigir.
Una capitalización reducida y un escaso free-float (capital que circula libre en el mercado) es el cóctel peligroso contenido en algunos valores. Puede emborrachar al inversor con subidas de víértigo, pero tambiíén puede dejarlo atrapado con una resaca importante. “Son valores de los que hay que huir porque el inversor se puede quedar atrapado en un movimiento brusco sin poder venderâ€, asegura Juan Josíé Fernández-Figares, de Link Securities.
“La salida de inversores del sector de small caps ha supuesto una caída del volumen de más del 70% en íéstos. Para determinados valores, que antes podías vender en un día, hoy necesitas diez, con el consecuente efecto en los preciosâ€, explica Lucas Monjardín, de CapitalatWork. Indica que hay muchos valores que son tan ilíquidos que con poco dinero disparas la cotización por la falta de contrapartida.
Muchos expertos recomiendan no comprar un importe superior al 10% de la negociación efectiva diaria de un valor. Según Capitalatwork, sólo con 10.000 euros cuarenta valores quedarían fuera del foco.
Los inversores asumen mucho riesgo en valores ilíquidos cegados por las revalorizaciones
Borrachera alcista
Recientemente, la borrachera alcista ha llegado de la mano de las inmobiliarias Metrovacesa y Reyal Urbis, que han registrado revalorizaciones de víértigo. Llegaron a subir más del cien por cien en una sola sesión. En ambos casos se da la circunstancia de que han sido alzas con poco volumen y favorecidas por su poco free-float, inferior al 13%.
Metrovacesa, por ejemplo, se movió en la sesión del 12 de marzo –cuando experimentó el tirón alcista– con menos de 400.000 euros (22.700 títulos). Pero ha habido sesiones en las que ha negociado sólo 50 acciones. La media diaria anual es de 3.150 títulos, que a los precios actuales supone un desembolso inferior a 69.000 euros. Para mover la cotización hace falta mucho menos dinero, sólo hay que colocarlo en las sesiones de menor actividad. El contraste queda patente si se compara con los 500 millones que negocia Telefónica.
Hace unos años el panorama era distinto. Con los precios de los pisos subiendo como la espuma y un gran apetito por invertir en el sector Metrovacesa llegó a negociar en una sesión ríécord (diciembre de 2006) casi 700 millones de euros y en una normal entre 5 millones y 12 millones de euros.
El caso de Reyal Urbis es parecido. Hay jornadas en la que su negocio se reduce a trece acciones, por un importe de unos 30 euros. No obstante, su media diaria es de 8.600 títulos que se pueden acaparar con menos de 20.000 euros.
No siempre sale bien. Los expertos advierten del gran riesgo que asumen los inversores que se decantan por estos valores, ya que igual que se dispara el precio se puede desplomar o quedar atrapado en el valor sin que haya contrapartida para hacer caja en un periodo determinado.
Cerca de una veintena de empresas cotizan a menos de un euro en el parquíé español
Algo similar pasó con Sos Cuíétara a principios de mes, cuando al cotización se derrumbó un 38,5% en una sesión y un 56% en una semana. Los analistas creen que en su contra juega el escaso free-float del valor, que ronda el 20%. Pero, tanto la capitalización, de 600 millones, como la negociación diaria, de 680.000 euros, hacen que no sea carne de cañón fácil. Aunque no es inmune de sufrir un castigo que deje noqueada su cotización.
El otro factor que puede hacer manipulable un valor es que tenga muy poco free-float. En compañías en las que no rota el capital con fluidez, las horquillas de precios son muy amplias. Es el caso de Befesa, de la que Abengoa controla más del 97%, ha llegado a registrar en una sesión un alza del 13% y una caída del 2%.
Reducida capitalización Una de las variables que inciden en la facilidad para manejar un valor es su capitalización. “Provoca que los valores sean fácilmente manipulables por inversores con capital disponible dejando atrás los fundamentales de las empresasâ€, asegura Alberto Castillo, de CapitalBolsa.
Con esta etiqueta el abanico es amplio. Hay una veintena de cotizadas, que valen en bolsa menos de cien millones de euros. Indo es la más pequeña del parquíé, con una capitalización de 19 millones de euros, seguida de Española de Zinc y Lingotes Especiales. La empresa de lentes ópticos movió esta semana una media de 1.500 títulos por sesión por un importe de 1.290 millones de euros, una cifra al alcance de cualquier inversor.
Española del Zinc, ha liderado las revalorizaciones de 2009, con una subida del 107%, ante las expectativas de l resurgir de un plan de negocio que ahora hace aguas. Su cotización, con un precio cercano al euro, tambiíén favorece las grandes oscilaciones. Un cíéntimo de fluctuación supone una variación del 5% en porcentaje. Roldán advierte que el riesgo de este tipo de compañías es que pueden estar sin moverse y duplicar o reducir su valor en dos días.
Federico Paternina, que capitaliza menos de 50 millones de euros, es otro de los valores que más suben en 2009, un 32%. Mueve a diario una media de 200 títulos por lo que con 1.500 euros se controla el precio. Hay muchas sesiones que termina sin cambios y en otras negocia 50 acciones.
Otro valor peligroso es Bodegas Riojanas, que en algunas sesiones intercambia 25 títulos (unos 200 euros) y en muchas alrededor de 100 y 200 títulos. Alberto Castillo destaca a Sniace, que vale 55 millones de euros, como un claro ejemplo de alta volatilidad sin apenas volumen. “Un valor que se puede mover diariamente un 10% con volúmenes de 300.000 euros es fácilmente manipulableâ€, explica. Tambiíén señala Tecnocom, “que registra variaciones del 6% con 90.000 euros diarios e Inypsa, que registra variaciones del 10% con 15.000 euros al díaâ€, indica Castillo.
Esta semana, sin ir más lejos, Clínica Baviera movió en una sesión menos de 50 títulos. Con 339 euros se puede zarandear la cotización de una empresa que vale en bolsa 121 millones de euros y cuyo free-float es del 30%.
Los expertos señalan tambiíén valores que han sufrido un parón en la contratación como Amper, que ha pasado de contratar cuatro millones de euros al día a 200.000 euros y Service Point, que negocia a penas 100.000 euros diarios, cuando llegó a mover cinco millones. Tambiíén sufren esta situación compañías con negocios sólidos, pero que están fuera del foco de los inversores, como Prim o Nicolás Correa.
Por otro lado, hay valores que fluctúan mucho debido a que su precio es muy bajo en tíérminos absolutos. En la bolsa española, diecisíéis valores cotizan cerca o por debajo del euro. Colonial, Reno de Medici, Ercros, Urbas yJazztel valen menos de 0,20 euros, mientras La Seda ronda los 0,30 euros.
Con un cíéntimo que se mueva la cotización hay una variación de entre el 7,6 % y el 5%, pero algunos de ellos, como Jazztel, mueven mucho volumen. “Son valores en los que se centran inversores especializados en la compra-venta intradíaâ€, indica Fernández-Figares. Para escapar de estas grandes oscilaciones, Ercros planteará en la próxima junta de accionistas el 17 de abril un contrasplit, que supone aumentar el nominal de las acciones.
En cuanto a Colonial, que vale en bolsa 244 millones, Roldán cree que presenta el mismo riesgo de iliquidez que otras inmobiliarias. Las horquillas de precios que registra son muy amplias y lo habitual es que suba o baje entre un 6% y un 7% por sesión. La media diaria de negociación es de tres millones de acciones, pero se pueden mover en bloque con menos de 500.000 euros.
Más indefensos por la píérdida de valor
La iliquidez de los valores de pequeña capitalización se extiende tambiíén por otros mercados internacionales. Pero los grandes tambiíén sufren. Entre los 50 valores de mayor capitalización en Europa, Fortis, Aegon, Críédit Agricole y L’0real son los que mueven menos efectivo al día. Entre los que menos negocia está Fortis, con una media de 35 millones de euros al día.
El castigo que sufren los bancos ha hecho mella en numerosos valores, ya que ha reducido bastante su capitalización. Aunque son gigantes, ahora son más vulnerables a las grandes oscilaciones que dos años atrás. El varapalo bursátil ha afectado tambiíén a valores financieros de EEUU, como Citi, que llegó a valer 51 dólares en diciembre de 2006 y este mes se ha llegado a intercambiar a poco más de un dólar por acción.
Con un precio tan bajo, las oscilaciones de la cotización se han amplificado, en un momento además que hay muchas noticias y rumores alrededor del sector. Aun así, dirigir el precio necesita más desembolso que antes. Negocia una media de 800 millones de títulos, que supone un desembolso de 2.500 millones de dólares en efectivo a los precios actuales. En 2006 el importe necesario rondaba los 1.200 millones.