La economía continúa deslizándose por la senda de la recesión. Y lo hace cada vez con mayor intensidad. Según las primeras estimaciones de los principales servicios de estudios del país, el Producto Interior Bruto (PIB) habrá decrecido en el primer trimestre del año en el entorno del 2,5% en tíérminos interanuales. Se trata del peor registro desde el primer trimestre de 1993 (tambiíén un -2,5%), y pone de manifiesto la severidad del ajuste. Máxime si se tiene en cuenta que en el cuatro trimestre de 2008 la caída anual del PIB fue del -0,7%, la tercera parte que ahora.
Si la medición de la actividad económica se hace en tíérminos trimestrales anualizados, es decir multiplicando por cuatro el resultado del primer trimestre (como se hace en la mayoría de los países para conocer con mayor certeza el momento económico), el resultado es todavía más elocuente. Los especialistas dan por hecho que la economía está cayendo en estos momentos a un ritmo que se sitúa entre el 5% y el 6%. En los últimos 50 años, nunca se había alcanzado un retroceso similar. El ajuste más severo se produjo tambiíén en el primer trimestre de 1993, pero entonces el PIB trimestral cayó un -1,1%, lo que significa un -4,4% en tíérminos anualizados.
Esta sería la fotografía real del ajuste, y lo que revela es un deterioro cada vez más acusado de la actividad. Según Funcas, la Fundación de las cajas de ahorros, la caída trimestral anualizada se habrá situado en el -5,2% entre enero y marzo respecto al trimestre anterior, mientras que para el BBVA, se habrá situado más cerca del 6% (1,4% en tíérminos trimestrales sin anualizar). Por decirlo en otros tíérminos, mientras que el Producto Interior Bruto trimestral hace un retrato instantáneo del momento económico, el PIB presentado en tíérminos anuales es menos precio para conocer la verdadera coyuntura. Y de ahí que en la mayoría de los países se haya optado por presentar los resultados en tíérminos trimestrales.
Caída de la ocupación
La causa del desplome de la actividad tiene que ver, sobre todo, con un retroceso sin precedentes del nivel de ocupación, que está acelerando el hundimiento del PIB. Hasta el punto de que en tíérminos anuales el Producto Interior Bruto seguirá empeorando en los próximos meses debido a su carácter de indicador retrasado, toda vez que recoge información de trimestres en los que el crecimiento fue menor. La mayoría de los servicios de estudios colocan la parte más baja del ciclo económico en tíérminos interanuales entre julio y septiembre de este año.
En tíérminos trimestrales, sin embargo, no cabe esperar deterioros adicionales del Producto Interior Bruto, lo que significa que la economía estaría inmersa en esos momentos en lo peor del ajuste. Por decirlo en otros tíérminos, habría tocado suelo entre enero y marzo de 2009. Esto no quiere decir, sin embargo, que la recuperación estíé a la vuelta de la esquina. Parece descartado que el PIB vuelva a dar resultados positivos en tíérminos trimestrales hasta entrado el año 2010. El BBVA adelanta esta situación al último trimestre de 2009 (0,1%).
Lo que está fuera de toda duda es que entre enero y marzo de 2009 la economía española ha estado en recesión por tercer trimestre consecutivo, acercándose por lo tanto a los cuatro trimestres de descensos acumulativos del PIB alcanzados en la primera mitad de los años 90.
Como se ha dicho, la principal causa tiene que ver con el comportamiento del empleo, que en los dos primeros meses del año (afiliación media mensual a la Seguridad Social) ha caído nada menos que un 5,5%. El deterioro de la actividad afecta a todas las variables macroeconómicas, tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda. Tres ejemplos. La producción industrial está cayendo a un ritmo del 20,2%, mientras que las ventas de las grandes empresas se han hundido un 15,4%. Tambiíén el comercio al por menor -una variable clave para calcular el consumo de los hogares- está cayendo, igualmente, un 4,1%.