Las diferencias en la valoración de la filial tecnológica de Abengoa dan al traste con la oferta presentada por el líder electrónico español.
La empresa tecnológica Indra ha decidido abandonar la negociación con Abengoa para adquirir Telvent, la filial del grupo sevillano, debido a la falta de acuerdo en las valoraciones. Telvent ofrece soluciones tecnológicas integradas y servicios de valor añadido para los sectores de Energía, Transporte, Medio Ambiente y Administraciones Públicas.
Indra era uno de los principales candidatos para hacerse con el paquete del 63,9% que Abengoa tiene en Telvent desde que el pasado noviembre anunciase su decisión de deshacerse de la filial (la única empresa española que cotiza en el Nasdaq de EEUU) para destinar los recursos a sus proyectos de energías renovables.
Financiación
La candidatura de Indra, según fuentes del sector financiero, tenía ya concedida de antemano la totalidad de la financiación necesaria para acometer la compra de Telvent, un requisito del que carecían otras ofertas.
Sin embargo, las cinco grandes entidades financieras que habían aprobado la concesión del príéstamo (Banco Santander, BBVA, Caixa, Caja Madrid, y Banesto) recibieron la semana pasada la comunicación de que Indra no solicitaría la extensión de la validez de los príéstamos concedidos, lo que se interpreta en el sector como un síntoma de que el proceso negociador se ha interrumpido.
Fuentes del mercado señalan que la oferta de Indra marcaba para Telvent un valor de empresa (incluyendo deuda) de unos 800 millones de euros, en línea con las valoraciones de Banco Santander, Chevreux o Fortis. Esta cifra arrojaría un precio de unos 360 millones para el paquete de acciones en manos de Abengoa. Sin embargo, las mismas fuentes señalan que el accionista mayoritario de Telvent deseaba un precio superior.
Menos presión
La decisión de venta tomada por Abengoa, controlada por la familia Benjumea, responde a la fuerte inversión que prevíé acometer en energías verdes. Sus planes contemplan una inversión anual en energía termosolar de hasta mil millones de euros en los cinco próximos años.
Ante este panorama, Telvent se convirtió en el activo preferente para hacer caja, dado que es la que más se aparta de la filosofía del hólding andaluz, que trabaja en cinco áreas: ingeniería y construcción industrial, bioenergía, medio ambiente, tecnologías de la información y solar.
Otras fuentes señalan, sin embargo, que en los últimos meses Abengoa ha obtenido financiación para sus proyectos energíéticos en EEUU, procedentes de fondos federales estadounidenses, por lo que sus necesidades de financiación son ahora menos perentorias.
Inicialmente, el proceso de desinversión de Abengoa en Telvent despertó el interíés de diferentes grupos empresariales como la francesa Thales o las firmas de capital riesgo Cinven y CVC.
Indra cerró 2008 con un resultado atribuido de 182,4 millones, un 23% más que en 2007. La compañía obtuvo unas ventas de 2.379 millones, un 10% más. La facturación procede, en un 66%, del mercado español, que creció un 7%, y en un 34% del área internacional, que aumentó un 16 %. El margen operativo sobre ventas fue del 11,4 %, frente al 11,1% de hace un año. La deuda a finales de 2008 era de 149 millones de euros, un 1,7% menos que en 2007.
Por su parte, Telvent, que a media sesión de ayer cotizaba a 13,4 dólares por título, facturó 699 millones en 2008, un 17,5% más que en 2007, mientras que el beneficio neto fue de 37,5 millones, con un aumento del 26%. El grupo prevíé crecer en 2009 entre un 18% y un 21%. La deuda neta de la tecnológica es de 208,6 millones.
Los datos
Desinversión
Abengoa anunció en noviembre que ponía en venta el paquete del 64% que mantiene en Telvent, su filial de tecnologías de la información.
Ofertas
Inicialmente, en el proceso de venta, se interesaron varios grupos, ya que, además de Indra, mostraron su interíés la francesa Thales, así como los grupos de capital riesgo Cinven y CVC.
Precio
La oferta de Indra se situaba alrededor de los 800 millones de euros por el 100% del capital, incluyendo deuda, lo que suponía ofrecer unos 370 millones por el paquete de los Benjumea.
Desencuentro
Tras meses de negociaciones, la constatación de la dificultad de lograr un acuerdo en el valor lleva a Indra a abandonar el proceso.