Alcistas, pero con la mente fría
Por Josíé Antonio Fdez. Hódar
La bolsa se ha enamorado de las alturas, y como el amor es ciego, solo mira lo positivo de la economía. Admite que hay cosas que están mal, que no funcionan, pero confía en que, con el tiempo irán mejorando. En el caso del matrimonio, este planteamiento conduce, más pronto que tarde al juzgado; en el de la bolsa, a darse un buen coscorrón.
Un tramo alcista que pretenda tener continuidad, tiene que estar salpicado de frecuentes recortes que suponen un relevo de inversores. Y si el sentimiento alcista está, más o menos instalado, los recortes se ven como una ocasión de entrar, si nos hemos perdido la anterior onda de impulso. El primer día que se detiene la corrección el personal entra, no sea que se le vaya a escapar otra vez el tren, con lo que no se deja que los precios caigan hasta el mínimo anterior.
Esta es una tendencia alcista como Dios manda. Subir las escaleras corriendo, sin tomar un respiro, supone un esfuerzo que puede pasar factura.
En buena lógica, se puede argumentar que si en el último tramo bajista el Ibex 35 retrocedió, como el que se despeña, desde los 8.500 puntos hasta marcar mínimos en 6.702, ¿Por quíé no va a poder hacer el camino de vuelta subiendo con una pendiente similar a la de caída?. En teoría sí. Y de hecho, hay un tipo de formación tíécnica que se llama vuelta en V. Pero las cosas se dan en su momento. Una vuelta en V se presenta cuando el mercado se ha llevado un susto morrocotudo. Recuperado de íél, y visto que no ha pasado nada, o que la cosa no era para tanto, vuelve al punto de partida subiendo en vertical.
Ahora nos encontramos ante una crisis muy seria a la que se está apuntalando para que no caiga el edificio. Suponer que los puntales son fuertes y que lo peor ya puede esta visto, es motivo para que la bolsa vaya recomponiendo la figura y que el dinero que buscó refugio en otros lares, vaya regresando a la renta variable.
Los grandes animadores de los trece días de subida, han sido los bajistas, que han tenido que cerrar posiciones de prisa y corriendo. Algunos con beneficios; otros, los que llegaron tarde, con un buen roto en su cuenta. A estos se han sumado algunos gestores que comienzan a recomponer sus carteras.
Cuando el Ibex 35 llevaba once días subiendo, abrimos el anterior post con el titular AHORA TOCA CORREGIR. Subió trece jornadas y el viernes se vistió de rojo. Hay que suponer que la corrección no será profunda. Y con esta hipótesis de trabajo, ¿cómo se actúa en bolsa? Si se está dentro, y se opera a medio plazo, hay que aguantar el chaparrón y comprar más si el castigo fuese duro. Si se está fuera, esperar hasta ver en quíé punto el mercado da por buena la corrección y gira de nuevo al alza. Si se sigue estando corto, aprovechar la caída para reducir píérdidas y salir por piernas. Ponerse corto ahora no es aconsejable. El mercado está dispuesto a creer en las hadas y dará por bueno lo menos malo.
