El Banco de España ha encontrado una vía preventiva para rescatar a aquellas entidades financieras solventes que atraviesen dificultades por la crisis. La propuesta ha sido elevada al Gobierno, que a su vez busca un consenso con el PP. El objetivo es crear el Fondo de Reestructuración, con mayoría de capital público en el que tambiíén participaría la banca a travíés de sus Fondos de Garantía de Depósitos (FGD).
El Banco de España quiere buscar una fórmula más ágil y efectiva para la reestructuración de los bancos y las cajas de ahorros que lo necesiten, tendencia que parece ya inevitable si se prolonga la actual crisis, según reconoció el martes el gobernador Miguel íngel Fernández Ordóñez.
Para ello, ha diseñado un nuevo instrumento adicional al FGD, que en principio se denominará Fondo de Reestructuración, que facilitará los posibles rescates que el sector financiero necesite. Su capital, aún por determinar, será en más de un 50% público y el resto será aportado por cada uno de los tres Fondos de Garantía de la banca (bancos, cajas y cooperativas de críédito).
Su gestión será tambiíén pública, aunque se dará entrada a los bancos y las cajas, explican fuentes conocedoras de la constitución de esta nueva sociedad. Algo que ya anunció el martes el gobernador. 'El recurso a los Fondos de Garantía de Depósitos, sin perjuicio de los instrumentos adicionales que se articulen, permitirá contar en este proceso con la participación del sector privado', explicó.
El objetivo de este Fondo de Reestructuración será ayudar a las entidades financieras que lo necesiten, pero sean solventes, con capital público. Bien sea a travíés de recapitalizaciones, avales o suscripción de participaciones preferentes o con cuotas participativas por parte del Estado.
Esta sociedad tiene un doble objetivo. Por un lado, será el instrumento diseñado para rescatar a la banca con capital público una vez que el FGD no pueda asumir las cantidades necesarias para ello. Y por otro lado, busca agilizar las intervenciones o ayudas, ahora bastante burocratizadas. El gobernador, de hecho, aprovechó el Foro CincoDías, para reclamar más autonomía del Banco de España en estos casos y no tener que convocar un Consejo de Ministros para que se aprueben avales de apoyo para las entidades. Esto es lo que ocurrió el domingo pasado con la intervención de Caja de Castilla La Mancha (CCM).
El proyecto del Banco de España ha sido remitido al Gobierno y íéste lo ha enviado a los partidos políticos, ya que el Ejecutivo busca un consenso con el PP para poner en marcha este fondo público.
El principio, las entidades podrán solicitar voluntariamente a esta sociedad fondos adicionales para mejorar su solvencia o liquidez, pero tendrán que garantizar que son viables en un futuro. De lo contrario, la ayuda será denegada y se buscará la vía de la liquidación a travíés de su venta o absorción por otra entidad.
Antes de este recurso, no obstante, están las ayudas del FGD. Pero sus fondos -que entre los tres superan ligeramente los 7.000 millones- no son suficientes para hacer frente a grandes aportaciones, como se ha demostrado en el caso de CCM.
Unicaja solicitó al FGD 3.000 millones como ayuda para fusionarse con CCM, lo que suponía el 80% del Fondo de Garantía de las cajas. Esta cantidad que fue denegada por sus integrantes, lo que provocó el sábado la intervención de la caja manchega por parte del Banco de España, hecho que fue aprobado un día despuíés por el Gobierno.
El presidente del Ejecutivo, Josíé Luis Rodríguez Zapatero, respaldó ayer en el Congreso la actuación del supervisor en el caso de CCM. Y anunció la próxima puesta en marcha de un protocolo 'preventivo' de actuación, que está elaborando Ordóñez con el objetivo de reforzar su capacidad de 'intervención'.