El oro no se vende. Este parece ser el nuevo eslogan de los bancos centrales europeos, que, en contra de lo que ha sido habitual en la última díécada, han frenado en seco la venta de sus reservas de oro. La decisión pone en evidencia al Banco de España, que a lo largo de 2007 se desprendió de casi la mitad de sus reservas. Es decir, meses antes de que el precio comenzara a subir como la espuma.
El frenazo al programa de venta de oro lo confirmó ayer el Banco de Central Europeo, que anunció que hasta el pasado martes se habría desprendido de 35,5 toneladas en el marco del Acuerdo sobre el Oro de los Bancos Centrales, y del que el BCE es signatario. Según Marion Mueller, analista de Oro y Finanzas, esto viene a confirmar que los bancos centrales estarán muy lejos de acercarse al techo de venta de oro asumido en su día.
El acuerdo fue suscrito en septiembre de 1999 y renovado cinco años más tarde por 15 países europeos -entre ellos España-, y compromete a los firmantes a que sus ventas anuales no sobrepasen las 500 toneladas, mientras que las totales a lo largo del período (cinco años) no puede superar las 2.500 toneladas.
Lo cierto es que esos límites no se alcanzarán ni de lejos. En ningún año se han alcanzado las 400 toneladas, y en el último periodo, que acabó en septiembre de 2008, apenas se alcanzaron las 380 toneladas. Para este ejercicio, es muy probable que no se superen las 200 toneladas.
La explicación tiene que ver con el inusitado interíés de los bancos centrales por atesorar oro, que ha provocado, incluso, que algunos de ellos no sólo no quieran desprenderse de sus reservas, sino que han anunciado nuevas compras. Alemania, por ejemplo, ha vendido apenas 8 toneladas en el último año (básicamente para proveer a los coleccionistas de monedas). Francia e Italia, por su parte, y según los analistas, han dejado de vender oro, mientras que Suiza ha completado sus ventas. El caso más llamativo es el del banco central de Rusia, que ha aumentado recientemente la cuota de oro en sus reservas, según Marion Mueller, y tiene planes de continuar esta tendencia en 2009.
Una nueva divisa de reserva
El banco central de Rusia ha anunciado planes para que sus reservas de oro alcancen el 10% del total de sus reservas monetarias, lo que significaría llegar hasta las 1.200 toneladas desde las 495,9 toneladas que posee oficialmente, según cifras oficiales de finales del año pasado. Esta estrategia de acumular oro es coherente con la propuesta que han hecho Rusia y China de crear una nueva divisa de reserva internacional para competir con el dólar, y que tendría parte de su anclaje en el valor del oro, además del rublo y del yuan.
España, por el contrario, vendió a lo largo de 2007 casi la mitad de sus reservas, justo antes de que asomara la crisis financiera internacional, que ha vuelto a colocar al oro como valor refugio. Si al acabar 2004, las reservas del Banco de España estaban compuestas por 16,8 millones de onzas troy, dos años más tarde, ese volumen había bajado hasta las 13,4 millones. Pero es que en 2007 había descendido a 9,1 millones, nivel que se mantiene actualmente.
El vicepresidente Pedro Solbes justificó en el parlamento en su día por razones de rentabilidad el programa de venta de oro del Banco de España, pero lo cierto es que a partir de ese momento su precio ha subido de una forma rotunda. Hasta llegar a rozar hace algunos meses los 1.000 dólares. El oro vale hoy un 25% más que hace un par de años. Algunos analistas sostienen que en realidad el Banco de España se debió ver obligado a vender oro al vencer algún contrato de futuros comprometido algunos años antes.
El oro subió ayer algo más de ocho dólares, y cambio de manos a 928 dólares, lo que se interpreta en clave de la reunión del G-20 en Londres que se celebra hoy. “Si te fijas en todos los datos que están saliendo de la zona euro (...) el dólar y todo lo que está pasando con el encuentro del G-20 hay una combinación de factores que están ayudando al oro", dijo a Reuters