El Gobierno de Japón podría prorrogar las sanciones sobre Corea del Norte, que expiran el próximo 13 de abril, durante un año más, en lugar de los seis meses habituales, si Pyongyang lanza finalmente su cohete, informó hoy la agencia Kyodo.
Según fuentes del Gobierno nipón citadas por la agencia de noticias, la prórroga ampliada de las sanciones se formalizará mañana, durante una reunión del Gabinete, para enviar un nuevo mensaje de rechazo al previsto lanzamiento del ríégimen comunista, que se preve entre el 4 y el 8 de abril.
Japón tiene actualmente en vigor sanciones económicas contra el ríégimen de Corea del Norte, que se prorrogan cada seis meses y que fueron impuestas desde el ensayo nuclear que realizó en octubre de 2006.
Esas sanciones prohíben la importación de productos norcoreanos por parte de Japón, así como las exportaciones de muchos productos nipones a Corea del Norte y la entrada en aguas territoriales japonesas de los barcos de bandera norcoreana.
Tampoco se permite la entrada en Japón de los ciudadanos de Corea del Norte, a excepción de los que residen en este país, ni la exportación de bienes de lujo al ríégimen comunista.
El primer ministro nipón, Taro Aso, sugirió recientemente además que Japón impondrá nuevas sanciones a Corea del Norte si finalmente lanza un misil, que podrían incluir la prohibición total de las exportaciones al ríégimen comunista, según Kyodo.
Dichas sanciones adicionales, que según el Gobierno japoníés tendrían un efecto limitado, se impondrían en caso de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no sancione a Pyongyang en caso de que lance su cohete.
El ríégimen comunista ha anunciado que lanzará un satíélite de comunicaciones entre el 4 y el 8 de abril, pero expertos surcoreanos creen que podría tratarse de un misil de largo alcance.
Japón, Corea del Sur y EEUU creen que esta acción, sea de un misil o de un satíélite, violaría la resolución 1718 del Consejo de Seguridad de la ONU pues la tecnología necesaria para ambos casos es muy similar, y han acordado una “colaboración cercana†en caso de que se lleve a cabo el lanzamiento.
Si finalmente se produce el lanzamiento, Japón lo condenará además como un “acto de provocación†y organizará reuniones inmediatas para discutir las posibles consecuencias de esta acción, según Kyodo.
