El ciclo expansivo de la economía venezolana durante el último lustro terminará en el 2009 por la dramática caída de los ingresos petroleros en medio de la crisis global, mientras la galopante inflación seguirá siendo un dolor de cabeza para el presidente Hugo Chávez.
Según datos ofrecidos por ocho bancos y firmas de investigación se proyecta una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) a un 0,75%, frente a la expansión de un 4,8% reportada oficialmente en el 2008.
El gobierno izquierdista del presidente Hugo Chávez admitió recientemente que la meta inicial de crecimiento del 6% para el año es imposible de lograr, y que una expansión del 1-2% estaría “bienâ€.
El vital sector petrolero, que aporta el 90% de los ingresos por exportaciones del país, caerá sensiblemente debido al menor precio internacional del crudo y a los recortes de producción acometidos por Venezuela como socia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Según el estudio, la actividad petrolera se contraería en un 6,5%, mientras que la no petrolera retrocedería un 2,3%.
*INFLACIí“N SIN REMEDIO *
Uno de los principales problemas que ha enfrentado Chávez durante su díécada en el poder ha sido la inflación , a la que no ha podido doblegar pese a haber probado diversas vías.
El sondeo estima una aceleración del Indice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) a un 34,4% para el 2009, mientras el promedio la ubica en un 33,1%.
Sin embargo, el gobierno venezolano ha dejado sin cambios su meta de una inflación del 15%, pese a que en el ejercicio previo tuvo que reestimar tres veces el objetivo para finalmente cerrar por encima del 30%.
Pese a que expertos insisten en que el gobierno venezolano devaluará su moneda para compensar sus cuentas, Chávez descartó ajustar el tipo de cambio cuando anunció sus medidas anticrisis.
Tres analistas estimaron que el tipo de cambio no será modificado este año de su tasa oficial de 2,15 por dólar, mientras que el resto prevíé una devaluación que llevaría la divisa local entre los 2,70 y 3,15 por dólar.
La mayoría de los consultados prevíé que las reservas internacionales cerrarían el año por debajo de 30.000 millones de dólares, que es considerado el nivel “óptimo†calculado por el Gobierno.
