Helioterapia: el sol como fuente de salud (1)
Con la llegada de la primavera, la exposición adecuada a los rayos solares es muy conveniente para asegurar un buen metabolismo, fortaleciendo nuestra salud física y mental, además de ser fundamental en la nutrición por su aporte de vitamina D.
Debemos tener en cuenta que la luz solar estimula el sistema nervioso simpático lo suficientemente intenso para obtener la fijación del calcio y el fósforo a nivel celular, y alcanzar así el equilibrio entre potasio y calcio o entre calcio y magnesio, entre otros.
Activa la vitalidad de los tejidos, al mismo tiempo que refuerza los músculos y fortalece todo el esqueleto; actúa tambiíén sobre los órganos profundos, como el hígado y el bazo -de vital importancia- que pueden aportar modificaciones en el número de hematíes (glóbulos rojos) y de leucocitos (glóbulos blancos) , y aumentar incluso el contenido de hemoglobina en la sangre.
Por si fuera poco, las glándulas endocrinas reciben la acción beneficiosa de las radiaciones solares, pues la acción de la luz estimula no sólo el funcionamiento de la hipófisis, sino que activa todo el sistema endocrino.
Bajo el efecto de las radiaciones solares se produce en la piel vitamina D, que es altamente antirraquítica, así como un aumento de la vitamina A que, como sabemos, es un poderoso antioxidante.
Desde la Antigí¼edad
Desde hace más de un milenio, la humanidad reconocía los beneficios de la exposición moderada a los rayos solares, aparte de que el llamado astro rey, era motivo de veneración, desde la cultura egipcia hasta los Incas.
AvicenaEn la antigua Grecia, los míédicos señalaban que muchos de sus enfermos se beneficiaban de la exposición moderada de la luz solar y la vida al aire libre, mientras que en el siglo X, el erudito Avicena, recomendaba lo que se conoce ahora como helioterapia.
A mediados del siglo XVIII, los míédicos franceses comprobaron los efectos beneficiosos en enfermos con infecciones de piel y raquíticos, con lo que empezó formalmente la helioterapia en balnearios, en los que se anunciaban los beneficios maravillosos de la luz solar.
De esa manera el tratamiento se impuso, con la advertencia de que el exceso es perjudicial y contrarresta los beneficios reales que los baños de sol moderados pueden proporcionar.
Asimilación
La energía luminosa es absorbida y acumulada bajo la piel, gracias a la acción de determinados pigmentos, conocidos como melanina, , que liberarán posteriormente a medida que surjan necesidades orgánicas.
Al respecto, el eminente científico alemán Maximilian Oskar Bircher-Benner señalaba que «nuestro funcionamiento vital está ligado a la corriente de energía solar, al igual que una lámpara luminosa lo está a la corriente elíéctrica».
Fortalece los huesosSe ha demostrado que los baños solares constituyen un excelente tónico del sistema nervioso y un estimulante de los centros cerebrales. El sol por si solo no cura los trastornos nerviosos y del carácter, pero es un positivo alivio para neurastíénicos, abúlicos, hipocondríacos y demás enfermos que requieren necesariamente psicoterapia.
Limpia y purifica la sangre, lo que no es de extrañar dado el estrecho contacto que existe entre la piel y el sistema circulatorio, a travíés de los capilares sanguíneos.
Tambiíén influyen positivamente sobre el aparato digestivo, facilitando las funciones de nutrición. En casos de albuminuria, se ha tratado al paciente con míétodos helioterápicos, ya que se sabe que los rayos ultravioleta destruyen la albúmina.
Antimicrobiano
La triple acción química, lumínica y calorífico de los rayos solares fortalece y vigoriza el organismo, protegiíéndolo contra los microbios, al actuar directamente sobre la piel y estimulando los mecanismos internos de defensa y eliminación.
NaturismoEl poder antimicrobiano en los rayos ultravioleta, está demostrado científicamente. Por ejemplo, en los ríos que reciben agua infectada procedente de alcantarillas, a lo largo del trayecto se va purificando por la acción solar.
Hay microbios en todos partes, en nuestra comida, en el aire que respiramos, en el agua, en nuestras ropas, en la piel, incluso en la sangre y en nuestros intestinos.
En la persona sana los microbios patógenos son controlados por las defensas orgánicas pero cuando, por alguna razón el cuerpo se debilita (enfriamiento o cansancio excesivos, alimentación intoxicante, etc.), se registra una invasión y la enfermedad.
El sol potencia el sistema inmunitario de la persona, y no sólo el sistema linfático, sino que en la misma piel la acción solar lleva a una desinfección importante contra virus y bacterias, incluso se piensa que el baño solar puede mejorar y detener los procesos de caries en la dentadura.
Por esta razón, existen grupos de pacientes de sida que, bajo tratamiento naturista, consideran la tomo diaria de Sol como uno de sus pilares terapíéuticos.
Raquitismo
De la luz solar que el ojo recibe, sólo 1/4 de lo misma se utiliza para la visión y la mayor parte de ella es conducida desde los nervios ópticos hasta el interior del organismo para que en el cuerpo se genere la vitamina D.
Por esta razón el baño solar es un excelente agente terapíéutico para prevenir y aliviar el raquitismo en los niños y la osteoporosis en los mayores.
Respecto a las enfermedades circulatorias, existen estudios epidemiológicos que confirman que las tomas de sol son muy positivas paro recuperaciones de infarto o afecciones coronarias.
Anticancerígeno
Los baños solares ayudan a que el organismo fabrique substancias anticancerígenas, como el interferón o la interleuquina.
En sanatorios naturistas se ha demostrado la acción beneficioso de los rayos solares sobre las enfermedades degenerativas intestinales, en especial el cáncer de colon.
Un estudio realizado en Estados Unidos en hospitales convencionales, en donde se comparaban pacientes de cáncer de pecho de distintas regiones, demostró de forma inequívoca que en los Estados con mayor exposición solar la incidencia entre mujeres era bastante menor.
Antidepresivo
Se ha comprobado fehacientemente que la luz y el calor solar tienen una acción muy beneficiosa sobre la psique humana, contribuyendo a contrarrestar los estados depresivos, especialmente en íépocas como la primavera, con la vegetación y flores.
Por esta razón, en los hospitales psiquiátricos se priorizan los ambientes soleados y con jardines.
El contacto visual y corporal con luz y calor desencadena un fortalecimiento de lo energía corporal, lo que ha llevado a aplicar la helioterapia al mundo de la psiquiatría como terapia contra las depresiones.
Algunas depresiones mejoran en gran medida mediante estancias a pleno sol o trabajos de jardinería donde exponemos el organismo al sol.
Actividad sexual
Recientes investigaciones científicas señalan que la luz solar promueve la actividad sexual, debido a que potencia la secreción de hormonas, aparte de ser antidepresivo.
Se ha establecido que el estrógeno desarrolla su acción durante el orgasmo de manera completa cuando el organismo se ha sometido a baños solares.
En condiciones normales, los hombres producen en diciembre unos 65 millones de espermatozoides por milímetro de semen, mientras que en invierno cuando la insolación diaria es menor, sólo producen 40 millones.
No obstante, la inmovilidad de los testículos al sol puede agravar una infertilidad relativa por exceso tíérmico.
Finalmente, y a nivel biodinámico, la acción del calor y la luz solar sobre el organismo activa el metabolismo global de la persona, provoca una ligera sudoración y entona hormonalmente todo el organismo.