El críédito a los Salazar provoca divergencias dentro de SOS
Publicado en Expansión por I. Elizalde / J. S. Arce
La concesión por parte SOS de un críédito de 212,7 millones a Condor Plus, una sociedad vinculada a la familia Salazar, ha provocado divergencias en el consejo de administración de Grupo SOS.
En la última reunión del órgano de administración celebrada el 31 de marzo, en la que se formularon las cuentas del pasado ejercicio y se amplió la información sobre determinadas operaciones con sociedades vinculadas, dos de los quince consejeros de la compañía votaron en contra, tres se abstuvieron y uno no estuvo presente. Al parecer fue una reunión dura, en la que el consejo de administración tuvo por primera vez conocimiento del citado críédito.
Según informó ayer Grupo SOS, Daniel Klein y Lucas Torán votaron en contra de la formulación de las cuentas, informe de gestión y aplicación del resultado “por considerar infringido su derecho de información y existir operaciones ajenas al objeto social y contrarias al interíés de la sociedadâ€. Daniel Klein es vicepresidente segundo de la compañía y consejero dominical, con una participación del 5,27%. Este inversor suizo ha sido tradicionalmente uno de los aliados de la familia Salazar. Lucas Torán es un consejero independiente.
Caja Madrid
A esta reunión, no asistió Antonio Pulido, presidente de Cajasol (4,5%). Por su parte, los tres representantes de Caja Madrid, Mariano Píérez Claver, íngel Córdoba Díaz y Eduardo Castiñeiras Cenamor, se abstuvieron en la votación.
En la comunicación se detalla que adoptaron esta postura “al no haber dispuesto del tiempo mínimo para su análisis y por referirse a un ejercicio en el que dichos consejeros no eran administradores ni tuvieron participación accionarial algunaâ€. El desembarco de los representantes de Caja Madrid en el consejo de SOS se produjo el 26 de enero y responde a su participación del 10,5% del capital, compra en la que la entidad invirtió 149 millones.
El 27 de febrero, en la reunión en la que por vez primera se votaron las cuentas, los consejeros citados anteriormente excusaron su asistencia a la reunión. En la segunda formulación de los resultados queda reflejado un príéstamo de SOS a Condor Plus, un vehículo financiero, controlado por la familia Salazar por 212,7 millones.
Con este príéstamo, Condor Plus trataría de adquirir acciones de la aceitera en el mercado, en el marco de una operación corporativa para facilitar la entrada de un fondo árabe en el capital, explicó anteayer la compañía. La caída de la cotización de SOS ha provocado que esta operación se paralice (ver EXPANSIí“N de ayer).
Los expertos jurídicos consultados aseguran que la concesión de críéditos de una sociedad anónima a sus administradores es lícita. Sus accionistas pueden impugnarlo en un plazo de 40 días. Por su parte, los analistas no ven clara la concesión de este críédito a la familia Salazar por el elevado endeudamiento que ya arrastra la compañía a raíz de la adquisición de Bertolli.
Reunión con la banca
A finales de diciembre, la compañía refinanció su deuda con un críédito sindicado de 994 millones en el que participan entre otras entidades (Ahorro Corporación, Rabobank, Banco Popular, Intesa o Royal Bank of Scotland). El 2 de febrero, SOS amortizó 329 millones. Los bancos acreedores mantuvieron ayer una reunión con los ejecutivos de la compañía. Fuentes próximas a la empresa explicaron que en este encuentro remitió información sobre las cuentas y el críédito a Condor Plus.
A 31 de diciembre de 2008, alguna de las garantías previstas en el críédito sindicado no había sido cubiertas, por lo que este príéstamo ha sido clasificado como corriente. SOS está negociando que el incumplimiento no tenga como resultado una declaración de vencimiento anticipado. En 2007, ocurrió algo similar y logró la confirmación expresa de las entidades. Las acciones de Grupo SOS cerraron ayer en 5,11 euros, tras subir un 0,20%.
Operaciones vinculadas, de Astroc a Metrovacesa
Las operaciones vinculadas entre una sociedad y sus accionistas son relativamente habituales, aunque la cuantía económica de las mismas no suele ser significativa.
No obstante, existen varios casos que han sido objeto de gran controversia, e incluso de verdadero escándalo empresarial, aunque siempre se desarrollaron en el marco de la legalidad. El ejemplo más paradigmático atañe a las operaciones realizadas en el año 2006 entre la inmobiliaria Astroc y su primer accionista, Enrique Bañuelos, reveladas por una auditoría en abril de 2007.
El informe del auditor detalló cómo Astroc, entonces en pleno auge bursátil, impulsó sus resultados anuales de 2006 gracias a la venta de varios inmuebles a una de las sociedades de su primer accionista, Enrique Bañuelos. El conocimiento público de estas transacciones provocó la hecatombe en el parquíé de los los títulos del grupo (se desplomaron un 43% en un sólo día), marcando el principio del fin de la hoy inexistente inmobiliaria.
Un ejemplo más reciente de operación vinculada se detalla en la auditoría de la cuenta de resultados de Metrovacesa correspondiente al ejercicio 2008. Deloitte desvela la concesión por parte de Metrovacesa de dos críéditos por importe de 221 millones de euros a una de las sociedades de su (entonces) presidente y primer accionista, Román Sanahuja, materializados en 2008. A mediados de febrero de 2009, estos príéstamos no se habían devuelto a pesar de que su fecha de vencimiento era el 31 de diciembre de 2008.