El peso de la deuda de las empresas sobre su facturación se dispara un 40% en sólo un año
Por Bruno Píérez en Cinco Días
Durante años las reiteradas advertencias del Banco de España sobre los peligros del elevado nivel de endeudamiento de las empresas españolas fueron respondidas por las compañías con un argumento incontestable: mientras los ingresos y los beneficios crecieran a ritmos de dos dígitos -como lo hacían entonces- el peso de los gastos financieros en sus balances se mantendría a raya. Y así se ha ido constatando año tras año, hasta el pasado 2008.
Ha bastado un ejercicio de caída de la actividad económica y, en consecuencia, de descenso de los ingresos empresariales para demostrar la fragilidad de este planteamiento. Y ha sido precisamente el Banco de España el encargado de ponerlo de manifiesto a travíés de su Central de Balances Trimestral, cuyos datos revelan que el año pasado el peso relativo de los gastos financieros de las empresas sobre su facturación se incrementó un 40%, hasta absorber ya siete de cada cien euros generados por las compañías con su actividad ordinaria.
Este fuerte incremento en los recursos que las empresas deben poner al servicio de la deuda se explica tanto por la caída de su facturación como por el incremento de las cargas asociadas a la financiación de la deuda, según explica el Banco de España. Estas últimas se elevaron un 18,9% en 2008, explicadas a partes iguales por el mayor endeudamiento y por la subida de los tipos de interíés como consecuencia del mayor riesgo asumido en los críéditos por las entidades financieras.
El otro factor que explica el mayor peso relativo de los gastos financieros es la caída de los ingresos. La Central de Balance Trimestral del Banco de España correspondiente al último tramo de 2008 muestra que durante el pasado ejercicio el valor añadido bruto (valor total de la producción, menos gastos de explotación) se contrajo un 1,8%, lo que supone el peor dato histórico desde que se iniciara la serie hace 15 años. El resultado económico bruto, que incorpora al balance los gastos de personal, se deterioró un 5,9% y si se añade el efecto de las operaciones financieras de las compañías (gastos e ingresos) el deterioro resultante se incrementa hasta el 15,4%.
No obstante, para tener una visión más precisa del desempeño de las empresas es preciso incorporar el efecto de los gastos e ingresos extraordinarios para dar así con el beneficio neto correspondiente a 2008. El nuevo análisis no mejora el cuadro diagnóstico, sino que lo empeora, llevando la ralentización ya apuntada en los anteriores indicadores hasta el 24%. Los datos de la CNMV, en cambio, mostraban una caída del 4% en el resultado neto de las cotizadas. Aún así, la rentabilidad media de los proyectos empresariales españoles se mantuvo en niveles relativamente elevados, quedando en el 7,9%, frente al 8,8% del ejercicio de 2007. La fotografía general esconde, no obstante, una realidad inquietante, en la que el 27% de los proyectos empresariales analizados (la muestra de la Central de Balances la conforman 737 empresas seleccionadas) no son rentables.
La falta de críédito ahoga a las pymes
Ser una pyme o una empresa con menos de cinco años de antigí¼edad multiplica la probabilidad de encontrarse obstáculos a la hora de conseguir un críédito. Así lo concluye el Banco de España en su último boletín económico, en el que atribuye estas trabas a las mayores dificultades que se encuentran las entidades financieras para evaluar la trayectoria de las compañías y su capacidad real de pago ante estos príéstamos.