Una bocanada de aire fresco para las bolsas
Publicado en Expansión por Carmen Ramos
Llama la atención la sonrisa de oreja a oreja que muestran los líderes del G-20 que el pasado jueves se reunieron en Londres. No sabemos si es la sonrisa obligada de la foto o la satisfacción de un trabajo bien hecho, pero lo cierto es que su actitud y las posteriores declaraciones efectuadas por los mandatarios, han dado una bocanada de aire fresco a los mercados bursátiles.
Evidentemente es más fácil plasmar soluciones en un papel que llevarlas a la práctica, pero que países con diferentes problemas e intereses logren aprobar medidas y acordar una estrategia para sacar a la economía mundial de la crisis, es una buena noticia y las bolsas así lo interpretaron.
Las caídas de los mercados financieros anticiparon la crisis global que se nos venía encima y serán los que anticipen la salida de ella. La cuestión a dilucidar es si hay datos que permitan esperar una pronta recuperación de las economías. Es indiscutible que la nuestra no sólo no muestra el menor síntoma de mejoría, sino que las últimas previsiones del Banco de España prevíén que se contraerá un 3% este año y un 1% el año que viene.
Unos datos suscritos por el ministro de Economía, Pedro Solbes, que además ha matizado que aún no se ha tocado fondo. Lógicamente, este triste futuro que se nos avecina, generará más desempleo en los próximos meses y lastrará los resultados de muchas empresas, pero puede no reflejarse en la bolsa.
Si por una parte, muchas de las empresas que cotizan en nuestro principal indicador, el Ibex 35, están bien diversificadas geográficamente, de manera que, si como parece, las principales economías europeas y EEUU salen antes del letargo, pueden salvar sus cuentas con los ingresos procedentes de estos mercados.
Por otra, es increíble como sesión tras sesión, y minuto a minuto, los principales indices bursátiles europeos se mueven al unísono y al son que marca Wall Street. Allí, los inversores norteamericanos, ya tienen algún dato positivo al que aferrarse y esperan que las cuentas de las entidades financieras mejoren, entre otras cosas porque han relajado las normas contables.
Estos datos, y la dosis de confianza que ha supuesto el acuerdo alcanzado por el G-20, nos invita a pensar que el fondo de las bolsas ya está visto.