Buscar proyectos inmobiliarios de calidad en toda la geografía española'. Este era el ambicioso objetivo con el que un portavoz del Banco Pastor definía, allá por mayo de 2007, las credenciales de Gezar, la nueva sociedad de inversión inmobiliaria promovida al 50% por la entidad financiera gallega y la inmobiliaria Nozar, propiedad de la familia Nozaleda.
Entonces se aseguraba que había ya varios proyectos encima de la mesa y la entidad financiera confiaba en convertir la sociedad en el complemento ideal de su actividad principal. 'Apoyará nuestro negocio', comentaban en los medios de comunicación.
La realidad ha resultado bien diferente. Los proyectos de los que se habló en principio nunca llegaron a cuajar y el desplome repentino de la actividad inmobiliaria el pasado año desaconsejó cualquier iniciativa.
Todo ello derivó en que, a cierre de 2008, Gezar no fuera más que una simple marca con los 10.000 euros aportados a partes iguales por Banco Pastor y Nozar como único patrimonio real, según figura en las cuentas de ambas entidades.
Ahora, el Pastor pretende reactivar la firma como vehículo de inversión para la 'promoción, explotación y mantenimiento de instalaciones de producción de energía', ya sin Nozar como compañero de viaje.
Fuentes de la entidad financiera confirmaron el acuerdo alcanzado recientemente con la inmobiliaria para hacerse con el control de Gezar y la reconducción de sus actividades hacia el ámbito de las energías renovables.
'Hay un creciente interíés entre nuestros clientes de banca privada por participar en proyectos de energías renovables, especialmente en el desarrollo de parques fotovoltaicos y Gezar servirá como vehículo para canalizar esas inversiones', explican desde el Pastor.
No será su única actividad. Gezar, que será administrada por la sociedad Sobrinos de Josíé Pastor Inversiones, dependiente de la entidad gallega, tomará participaciones financieras y comerciales en empresas, entrará en la gestión de patrimonios inmobiliarios y mantendrá la actividad original con que fue concebida, la promoción de proyectos inmobiliarios.
La amenaza del 'ladrillo' en la energía solar
Los parques solares fotovoltaicos vivieron su propia explosión durante 2008, con un crecimiento de la potencia instalada del 900%. Ante la alta rentabilidad que la anterior norma garantizaba para su producción de electricidad, empresarios de sectores como el inmobiliario y la hostelería diversificaron sus intereses hacia esta energía, convertida en vehículo de inversión con carta de presentación medioambiental. Bancos como el Sabadell y el Santander tambiíén crearon sus propias sociedades para invertir en renovables.
Sin embargo, la certeza de que algunas instalaciones se habían inscrito sin cumplir todos los requisitos legales hizo temer a los reguladores que la especulación hubiese llegado a un sector cuyas primas se pagan en la factura de la luz. La nueva norma establece severos controles para las plantas.