La tecnología nos ha hecho la vida más fácil y nos ha llevado a vencer límites de tiempo, velocidad y comodidad, que antes parecían historias de ciencia ficción.
Pero quíé molesto y preocupante cuando esa misma tecnología se entromete en nuestras vidas y cruza todos los límites posibles de la privacidad.
Un nuevo sistema de Google, denominado Street View, permite dar un paseo real por las calles de ciudades que tienen el servicio como Londres, Madrid o Barcelona.
Lo malo es que permiten invadir espacios como el de alguien que toma el cafíé en piyama en su balcón, o besa a su pareja en casa.
¿Y la privacidad?