Consolidación previa a nuevas alzas bursátiles
Por Bob Doll
Los mercados de renta variable estadounidenses llevan unas semanas relativamente tranquilos. Esta aparente serenidad de los inversores viene motivada por la creciente creencia de que lo peor de la crisis crediticia podría haber pasado ya.
Este factor, por lo tanto, ayuda a dar la espalda a otros datos macroeconómicos dignos de preocupación, como pueden ser la debilidad económica, los elevados precios de la energía, la escasa confianza de los consumidores y unos resultados del primer trimestre del año que no ofrecen luz sobre la salud del tejido empresarial estadounidense. A medida que se van conociendo las cuentas correspondientes al periodo enero-marzo, todo apunta a que las ganancias corporativas van a ser un 14% inferiores a las del mismo periodo del año pasado.
Pero la lectura debe ser más detenida. La debilidad se ha concentrado en el sector financiero, sin el cual los beneficios aumentan el 9% frente a los del primer trimestre de 2007. El sector energíético encabeza el ránking, con una mejora del resultado del 30%. La buena noticia en este terreno es que los resultados del primer trimestre no están siendo tan horribles.
Las últimas actuaciones de la Reserva Federal —la última de ellas, la bajada de los tipos de interíés en un cuarto de punto porcentual hasta dejar el precio del dinero en el 2%—junto con el estímulo fiscal del gobierno, han ofrecido una cierta calma al mercado de críédito, a pesar de que el sistema bancario aún está lejos de funcionar con normalidad. Además, la economía americana en general está bajo presión. A nuestro juicio, incluso con un mantenimiento del mercado laboral, sería indispensable una estabilización de los precios de la vivienda para que se produzca una mejora del sentimiento de los consumidores.
En el lado positivo del mercado tenemos que el pesimismo hacia la renta variable sigue disipándose lentamente a pesar de los problemas económicos. Es más, la resistencia de la bolsa es más impresionante si se tienen en cuenta los elevados precios de la energía y de las materias primas agrícolas. Si miramos hacia adelante, podríamos decir que el mercado se comportará mejor de lo que podría pensarse, teniendo en cuenta la coyuntura económica y energíética.
En este escenario, somos cautelosamente optimistas. Una vez pasados los mínimos de este ciclo bursátil, será necesaria una mayor consolidación en la bolsa antes de iniciar una nueva fase alcista significativa.
Vicepresidente y director de Blackrock.