Los rumores de la bolsa
Según La Gaceta
Al alimón
Los bolsistas han puesto buena cara ante las especulaciones que señalan que la operadora británica Vodafone y la española Telefónica unirán sus fuerzas para hacerse con el control de HanseNet, un proveedor alemán de servicios de internet, que tiene más de 2,3 millones de clientes y pertenece a Telecom Italia. La operadora italiana necesita reducir su elevada deuda, así que no tiene más remedio que vender activos no estratíégicos. Sin embargo, la empresa alemana tiene otros novios, según se comenta, como United Internet y Turkcel. Vodafone y Telefónica tendrán que luchar. Los comentarios de mercado dan por buena la estrategia de Telefónica de intentar aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado en estos tiempos de duda y zozobra.
Por los aires
En las tertulias del parquíé se especula insistentemente con la posibilidad de que British Airways díé finalmente por buena una ecuación de canje muy próxima al 50/50 en su proceso de fusión con Iberia. En general, el mercado espera que al final se cierre un acuerdo satisfactorio para ambas partes, muy parecido a un 45/55, o incluso algo mejor para la compañía española. Los bolsistas esperan que esta trabajosa fusión vea por fin la luz este verano. Pero antes hay que solucionar flecos tan correosos como el díéficit del plan de pensiones de BA.
Tira y afloja
La inestabilidad de Abengoa crece conforme se van cerrando los flecos para la venta de su filial de tecnología de la información, Telvent. La compañía andaluza asegura que cuenta con varios candidatos serios para comprar dos tercios del capital de su división tecnológica. Una expectativa que ha insuflado nuevos bríos al valor, cerca del terreno positivo en su balance anual.
Sin embargo, en los patios de operaciones temen que el tira y afloja con la valoración de la tecnológica pueda dar al traste con la operación y frenar las intenciones de Abengoa de fortalecer su negocio de biocombustibles. Además, algunos accionistas prefieren mantener las posiciones en Telvent, con un negocio recurrente y consolidado, antes que centrar buena parte de los recursos en un negocio arriesgado como la bioenergía.
Aceituneros altivos
Muchos operadores achacan la fuerte caída de las acciones de Sos Cuíétara al deterioro del mercado del aceite, donde la caída de los precios provoca que las compañías del sector apenas puedan cubrir costes. Sin embargo, otros hablan de la “excesiva actividad†de la familia Salazar con la compraventa de acciones. Detrás de estos movimientos, según los más críticos, está el interíés de la empresa por dar entrada a nuevos socios. La compañía mantiene conversaciones con un grupo árabe.
Grano y paja
Algunos disparan con balas y no saben dónde apuntan. Esta crisis ha puesto nervioso a más de uno que ve fantasmas donde no hay. Afortunadamente en España hay grandes empresas, líderes a nivel mundial en sus respectivos sectores, que si bien sufren las consecuencias de un menor consumo, cuentan con gran solvencia, suficiente para hacer frente a esta dramática situación económica. Cotizadas hay unas cuantas, como pueden los casos de Telefónica, Iberdrola, Repsol o, pese a todas los revíés sufridos por el sector financiero, grandes bancos como Santander, BBVA o Popular. Pero fuera de la bolsa tambiíén. El ejemplo más significativo puede ser ElCorte Inglíés, la enseña de la distribución en España, que, sin duda, como en los otros casos, sacará nota y saldrá fortalecido; ha hecho sus deberes cuando las cosas marcharon bien y ahora, en la temporada de sequía, tiene grano suficiente en los silos para hacer frente a esta etapa de recesión. Por eso, el inversor nunca debe meter a todos el mismo saco y debe aprender a separar la paja del grano.
Funámbulos
El sector automovilístico ha perdido el equilibrio. Las malas lenguas apuntan a que las ayudas a General Motors han llegado tarde. Es más, si no se produce un milagro, el grupo podría presentar la quiebra antes de junio, con el consiguiente impacto económico.
Barbas en remojo
La actividad de los consumidores evoluciona de mal en peor, tal y como reflejan los primeros devaneos de la economía española por los senderos de la deflación. Incluso el que hasta ahora había sido el buque insignia de sector minorista, El Corte Inglíés, empieza a ofrecer muestras de dificultades. La caída de ingresos está obligando a reducir costes en publicidad. Los ricos tambiíén lloran. Algunas páginas online se han quejado en estos meses de retrasos en los cobros de la publicidad de El Corte Inglíés. Lo nunca visto. Y, si el gigante de la distribución española acusa problemas de liquidez, los inversores ya han puesto sus barbas a remojar con relación a otras cotizadas como Inditex o Adolfo Domínguez.
Rebote entre dudas
La recuperación de Jazztel en los últimos días ha agitado de nuevo la especulación sobre el grupo. Los más observadores destacan la fuerte posición compradora que mantiene Morgan Stanley, lo que parece sustentar la idea un de un sólido rebote. Algunos expertos, sin embargo, insisten en la falta de credibilidad de la operadora, acuciada por los problemas de liquidez. Algunos apuntan la existencia de claros niveles de sobrecompra, que podrían poner en entredicho ese rebote. Es más, señalan que, si las condiciones del mercado se endurecen de nuevo, el valor podría volver hacia mínimos.