La banca explora su entrada forzada en el negocio inmobiliario
De forma conjunta o individualmente, cajas y bancos estudian las posibilidades de gestión de las viviendas de obra nueva con las que se han hecho al ejecutar los críéditos al promotor impagados o con las usadas procedentes de embargos.
Entidades como Santander, BBVA, Banco Popular, Banesto, Caixa Catalunya, Banco Pastor, Caixa Terrassa, Caixa Tarragona y Caixa Penedí¨s ya están vendiendo su cartera de inmuebles a empleados o clientes, algunas con rebajas que en ocasiones llegan hasta el 30%.
Muchos de los inmuebles a la venta proceden de promociones inmobiliarias sin vender financiadas por las cajas o bancos, por lo que las entidades han optado por quedárselas y no computarlas como críéditos impagados.
Según los últimos datos del Banco de España, al cierre de 2008 las entidades contaban en sus balances con activos inmobiliarios por importe de 19.821 millones de euros, el 8% más que un año antes.
Las cajas son las que cuentan con más inmuebles en su haber (el 72% del total), valorados en 14.324 millones de euros, el 9,6% más que en 2007, mientras que los bancos tenían activos de este tipo por importe de 3.528 millones de euros, el 1,2% más.
Creación de nuevas sociedades
Pero es precisamente la heterogeneidad de estos activos lo que dificulta a las entidades darles salida, por lo que muchas han optado por unirse con el objetivo de crear varias sociedades a travíés de las que canalizar el suelo y las viviendas a la venta o en alquiler, nuevas o usadas.
El sector constructor mira con agrado este tipo de actuaciones. De hecho, la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE) firmó recientemente un acuerdo con el Banco Santander para vender sus pisos con descuentos y financiación asegurada, iniciativa que podrían imitar otras entidades.