Los problemas de financiación para el circulante son comunes a pequeñas, medianas y grandes empresas. Lo sabe Prisa, el primer grupo de medios de comunicación español, que ha visto cómo el operador con el que tiene contratado el servicio de empresa para móviles, se lo ha suspendido por falta de pago. Ocurrió el jueves pasado, 16 de abril, y el hecho provocó algo parecido a un shock traumático en el grupo de comunicación: Telefónica tuvo que cortarle la línea durante una jornada por el retraso acumulado en el pago de las facturas, que ascendía a cerca de 300.000 euros, según han confirmado a este diario fuentes de ambas partes.
Prisa no atendió a los requerimientos de pago efectuados por Telefónica hasta que sus móviles dejaron de funcionar. Un apagón que hizo que la compañía afrontara el pago del importe adeudado durante ese mismo día. Hasta la fecha, se sabía de la complicada situación financiera del grupo, con una deuda global de 5.000 millones de euros, de los que tiene pendientes de refinanciar 2.000, pero no de las dificultades para financiar la tesorería de su operativa diaria.
Prisa no esconde las dificultades económicas por las que atraviesa. Hace dos semanas subió el precio del diario El País diez cíéntimos, pasando de 1,10 a 1,20 euros por ejemplar en quiosco. Se convertía en el primer diario en atreverse a arañar unos cíéntimos más al bolsillo de sus clientes en plena crisis. Un camino que pueden seguir otros diarios una vez que se ha abierto la veda, que han preferido antes recortar unos centímetros el tamaño de sus paginas -Expansión, Público, 20 Minutos...- para ahorrar costes.
Este domingo, el propio El País volvía a informar a sus lectores de otra mala noticia referida al negocio del periódico. Desde el pasado 5 de abril, la cabecera no incluye en sus ediciones dominicales el suplemento especial para jóvenes el “Pequeño Paísâ€, ahora reducido a un cuadernillo de cuatro páginas. Los motivos de la decisión los explicaba la misma defensora del lector en su sección dominical de ayer, que se hacía eco de las quejas que ha provocado el final del suplemento infantil por razones económicas.
“La crisis económica ha provocado una caída de las inversiones en publicidad que está afectando a los contenidos, como ha ocurrido con el Pequeño Paísâ€, subraya Milagros Píérez Oliva. Sin embargo, no deja pasar la oportunidad para cargar contra los soportes emergentes y competidores. “Y eso ocurre al tiempo que la cultura de la gratuidad se extiende de la mano de Internet, lo que puede acabar afectando tambiíén a la calidadâ€. Y a su independencia. Para la empleada de Prisa, lo mejor para el cliente es pagar.
Antes de llegar hasta aquí, Prisa ya ha dejado algunos restos por el camino. De momento, ha cerrado su red de cadenas de televisión local -Localia- y ha facilitado bajas incentivadas en las filas del diario El País. Además, está pendiente de resolución la posible venta de su negocio televisión de pago por satíélite Digital Plus, despuíés de no encontrar socios financieros para entrar en el capital del grupo, como si hizo la firma de capital riesgo 3i en Unión Radio (Cadena SER).