La actual recesión global sería inusualmente larga y severa mientras que cualquier recuperación sería lenta, ya que se origina de una crisis financiera, dijo el jueves el Fondo Monetario Internacional.
Un nuevo análisis del FMI muestra que las recesiones vinculadas a crisis financieras, como la actual, son más difíciles de terminar porque generalmente son prolongadas por la debilidad de la demanda.
Para agravar las cosas, la actual recesión combina una crisis financiera en el corazón de la mayor economía mundial con una desaceleración global, lo que la hace única, consideró el Fondo.
En opinión del FMI, políticas contracíclicas pueden ayudar a acortar las recesiones, pero su impacto sería limitado ante la crisis financiera.
Por lo tanto, los estímulos fiscales pueden ser especialmente efectivos para acortar la duración de las recesiones, pero no son apropiados en países con altos niveles de deuda, advirtió el Fondo.
“El análisis sugirió que la combinación de la crisis financiera con una desaceleración sincronizada a nivel global resultaría en una recesión inusualmente severa y largaâ€, dijo el FMI en algunos capítulos de su Panorama Económico Mundial, que se publicará en su versión completa el 22 de abril.
En su última proyección, el FMI estimó que la economía mundial se contraerá en el 2009 entre un 0,5 y un 1,0 por ciento, la peor caída desde la Gran Depresión.
Con las economías desarrolladas en recesión y el crecimiento en los países emergentes flaqueando, el FMI ha instado a los Gobiernos a actuar rápidamente para sanear sus sistemas financieros, en particular removiendo los activos tóxicos de su hoja de balances.
El FMI dijo que para enfrentar la actual recesión global se necesitará coordinar las políticas monetarias, fiscales y financieras.
En el corto plazo, se requerirán además medidas monetarias y fiscales agresivas para apuntalar la demanda, consideró.
TENSIONES
Sobre las economías emergentes, el Fondo dijo que el actual nivel de tensiones financieras en los países en desarrollo ya había tocado máximos durante la crisis asiática de 1997-1998.
El organismo señaló que desaceleraciones abruptas en los flujos de capital tradicionalmente tienen consecuencias graves en esos países. La magnitud del contagio de la crisis hacia las economías emergentes depende del nivel de interconexión de sus sectores financieros con el resto del mundo, dijo.
Usando un nuevo índice sobre la tensión financiera, el FMI dijo que los actuales niveles de stress en las economías avanzadas sugería que los flujos de capital hacia las economías emergentes sufrirán grandes caídas y que luego se recuperarán en forma gradual, sobre todo los flujos bancarios.
El dato de febrero muestra que la caída más fuerte -una contracción anual del 17,6 por ciento- se registró en Europa Central y del Este, la región más golpeada por la crisis global.
Incluso países con menores díéficit fiscales y de cuentas corrientes, y mayores reservas internacionales, no son inmunes a un contagio desde las economías avanzadas, alertó el FMI.
Sin embargo, mientras llega la recuperación, los países con menores díéficit pueden repuntar más rápido que aquellos con situaciones fiscales delicadas, dijo.
Fuente: Reuters