El FMI no cree a Salgado: los nuevos planes de gasto hipotecarán a España
Publicado en Expansión por G. Martínez / J. M. Lamet
El Fondo teme que si Zapatero ejecuta todos los planes que ha ido prometiendo puede verse forzado a subir los impuestos. Salgado no descarta rebajar sus previsiones.
Cuatro economistas internacionales llevan al Gobierno español por la calle de la amargura. Su influencia es enorme, pese a ser prácticamente unos desconocidos fuera de los círculos de Washington y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Christian Henn, Keiko Honjo, Maria Luz Moreno Badía y Alessandro Guistinini son los autores del demoledor diagnóstico sobre la economía española, incluido dentro del informe Perspectivas de la Economía Mundial. Los cuatro tíécnicos del Fondo han desmenuzado hasta el más mínimo milímetro todas las políticas de apoyo a la economía adoptadas por el Ejecutivo de Josíé Luis Rodríguez Zapatero, con un resultado preocupante: los planes pueden hipotecar el futuro de España a largo plazo.
La institución recapitula todos los programas adoptados hasta ahora por la Administración, principalmente las medidas de estímulo fiscal, con iniciativas tan diversas como el cheque de 400 euros, los planes Renove y Vive o la promoción de infraestructuras. Si a estos proyectos se añaden el resto de planes de apoyo específicos para sectores como la vivienda o la banca, además de distintas líneas de financiación y garantías de deuda del Instituto de Críédito Oficial o del propio Gobierno, la factura todavía es más alta.
Las medidas
El FMI afirma que, si se utilizan al cien por cien todas las medidas anticrisis y se consumen todos los importes máximos anunciados o comprometidos por la Administración, la deuda pública bruta de España y la garantizada por el Gobierno o sus instituciones aumentará en 395.000 millones de euros entre 2007 y 2009. La institución, que no dice a cuánto ascenderá el total tras estos 395.000 millones adicionales, sí advierte de que, de este modo, la ratio de deuda pública sobre el PIB puede llegar hasta el 74%. De momento, al cierre de 2009, este indicador ya llegará al 44%, según sus cálculos.
El Fondo teme que, a pesar de que muchos programas tienen fecha de vencimiento, "la exposición al riesgo, dada la debilidad de la economía, no puede menospreciarse". Los autores sostienen que si España no realiza las reformas necesarias (mercado laboral y pensiones) y el Gobierno no intenta reducir su deuda, puede verse forzado a subir los impuestos o a reducir el gasto público.
Las previsiones del FMI para España chocan con el optimismo mostrado por la nueva vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado. Ayer rompió con el tradicional discurso de su predecesor, Pedro Solbes, y anunció con rotundidad que sí “hay margen fiscal†para lanzar nuevas medidas de gasto contra la crisis.
“No puede no haberloâ€, agregó, pese a que admitió que el esfuerzo fiscal que ha hecho España para combatir la crisis es “extraordinario†y uno de los de mayor cuantía. No en vano, el FMI calcula que las políticas fiscales de ayuda a la economía que ha puesto en marcha el Gobierno restaron 3,1% al crecimiento del PIB en 2008 y en 2009 restaran todavía un 1%.
Esas nuevas medidas que aprobará el Ejecutivo de Josíé Luis Rodríguez Zapatero “tendrán que ser más productivas, y tendrán el condicionante de reconducir el díéficit antes de 2012â€, subrayó Salgado, que recordó que en unas semanas el equipo económico del Gobierno comenzará a elaborar los Presupuestos de 2010 y rebajará sus previsiones económicas para los años 2009 y 2010.
Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se celebra este fin de semana en Washington su reunión de primavera, cree que la recuperación de la economía mundial "está lejos y que quedan largos meses de dificultades económicas". Así lo avanzó ayer en un encuentro con la prensa Dominique Strauss-Kahn, director gerente de la institución monetaria, que pronostica que el PIB mundial caerá un 1,3% en 2009.
Strauss-Kahn, no obstante, alabó la cooperación internacional que se ha producido entre las principales potencias y las economías emergentes para materializar planes de estímulo fiscal simultáneos. Estos proyectos consumirán el 2% del PIB. Un tercio de los beneficios de los planes fiscales se produjo debido a esa coordinación, según el director gerente del FMI.
El dirigente francíés aseguró que este tipo de respuesta a la crisis económica está ya superado.