Un visionario que rentabiliza la innovación
Publicado en Expansión por Quique Rodríguez
Emprendedor por necesidad y por vocación, fue pionero la pasada díécada en sacar partido a la revolución que supuso la universalización del uso de Internet. Desde entonces, no ha dejado de estudiar nuevos proyectos originales, como su última creación: Micropolix.
En estos momentos –y siempre– a la búsqueda de nuevos retos. Es una de las frases que encabeza el curioso currículo de Javier Carballo, distinto a los convencionales, como casi todo en íél. Este madrileño de 47 años acaba de ver hecho realidad el pasado mes de diciembre su sueño de abrir en España el mayor parque temático educativo de Europa, pero ya estudia otros cinco proyectos para embarcarse en su siguiente aventura empresarial.
Titulado en márketing y gestión comercial por ESIC Business & Marketing School, ha dedicado los últimos siete años de su vida a encontrar una idea de negocio –la ciudad de los niños que acaba de ver la luz–, definirla, buscar la significativa financiación necesaria, elaborar el plan de negocio y liderar su puesta en marcha. El resultado es Micropolix, un parque temático infantil, no de ocio sino educativo, de más de 9.000 metros cuadrados de superficie que se ha inaugurado hace tres meses en San Sebastián de los Reyes (Madrid), en el parque comercial Alegra.
Este espacio, que ha requerido una inversión de 18 millones de euros, espera superar en su primer año de actividad su propia previsión de 350.000 visitantes, hasta alcanzar los 400.000 por el buen comportamiento que se ha producido en su primer trimestre de vida, y facturará en 2009 entre cinco y siete millones de euros. Pero sus objetivos a medio plazo son mucho más ambiciosos: en un lustro se prevíé que 700.000 personas se acerquen a este nuevo concepto de parque temático cada año y llegar a unos ingresos de entre 16 millones y 18 millones de euros anuales.
Emprendedor
Sin embargo, el padre de la idea ya está de retirada. Carballo, promotor e inspirador de este modelo, socio fundador y consejero delegado, ha formado un equipo gestor, unas cuantas semanas despuíés de su apertura, para llevar las riendas de Micropolix, y se ha alejado de la gestión del día a día, aunque se mantendrá como accionista minoritario y miembro del consejo de administración junto al socio inversor, el grupo Neinver, uno de las principales fondos inmobiliarios europeos de capital cien por cien español, propietario de los outlet Factory, y promotor y gestor de grandes espacios comerciales y de ocio.
Los días de Carballo transcurren ahora junto a su mujer y sus tres hijos, otrora abandonados por sus viajes de trabajo, sus proyectos en el extranjero y el frenesí del día a día de la gestión empresarial. Devorando a travíés del kindle –un lector digital– los libros estadounidenses que compra en Amazon o alguno de los 5.000 ejemplares, de los de pastas y páginas de papel, que acumula en su domicilio; dando largos paseos mientras se empapa de la política, la economía y las novedades tecnológicas y científicas internacionales a travíés de los podcast del iPhone que se trajo hace años de Estados Unidos. "No lo uso porque me guste, sino porque tengo toda la información del mundo a mi disposición. Necesito saber para reinventarme", explica.
Asiste a todo tipo de foros y conferencias sobre innovación, dando de vez en cuando un salto en las avionetas que aprendió a pilotar para perder su miedo a volar. Y dándole vueltas a los cinco proyectos empresariales que ya baraja, entre los que saldrá, o no, su siguiente plan de negocio.
Y es que Carballo es uno de esos visionarios que a mediados de la díécada de los 90, cuando casi nadie en España sabía quíé era eso de Internet y "se pensaba que un correo electrónico era una carta que podía dar calambre", decidió apostar por la de redes a la que un amigo le aconsejó conectarse por telíéfono vía París porque aún no había nodos en España, a travíés de Compuserve, el que fuera primer proveedor comercial de servicios telemáticos en los Estados Unidos.
'Puntocom'
Cuando se asomó a esa nueva ventana, desconocida para íél hasta entonces, como para la mayoría de los profesionales españoles, hizo sus primeros pinitos en el e-commerce montando una tienda electrónica, Cyber Spain, con el objetivo de vender en el extranjero productos típicos españoles, desde jamones hasta discos de flamenco, pasando por láminas de grabados de Picasso o alfombras con pinturas de Miró. "La vida te lleva a emprender, pero aquello no me proporcionaba unos ingresos suficientes como para asegurar la estabilidad que buscaba".
Y es que Carballo trabajaba en esa íépoca como interim manager, una especie de ejecutivo de alquiler que presta servicios en una compañía para un proyecto temporal determinado. Una suerte de ETT de alto standing a la que tuvo que agarrarse despuíés de arruinarse en el proyecto inmobiliario al que le había arrastrado un amigo.
Su tienda electrónica no fue demasiado rentable, pero le permitió descubrir antes que otros las claves de la Red, conocer cómo posicionarse en los buscadores, etcíétera. Comenzó entonces a ofrecerse como consultor en estos temas cuando una firma estadounidense especializada, Global Sounds Concept, le propuso ser su franquicia en España y le fichó como director general para nuestro país. Carballo desarrolló entonces las primeras iniciativas en Internet de la compañía aíérea Iberia, Continente, Turismo de Castilla y León, el Ayuntamiento de Sevilla y se convirtió en un experto en márketing digital y en aumentar el tráfico de los sitios web. Hasta que un día que quizá cambió su rumbo, Ignacio Sánchez Galán le citó en su despacho. El actual presidente de Iberdrola, por entonces primer ejecutivo de Airtel, despuíés adquirida por Vodafone, quería mostrarle lo que la compañía española de móviles había recorrido en la Red y pedirle opinión sobre los siguientes pasos que debía dar. Carballo le contestó que les faltaba un portal que ofreciera contenidos de interíés para las pequeñas y medianas empresas que se convirtiera despuíés en una línea de negocio ofreciendo a las pymes distintos servicios de pago, un B2B.
Dicho y hecho. Carballo, junto a un socio experto en las cuestiones tíécnicas, se puso manos a la obra para crear Parquempresarial.com. Y tuvo la gran visión de detectar antes que otros, una vez más, que el crack de las puntocom que comenzaba a atisbarse en Estados Unidos llegaría poco despuíés a España, por lo que decidió que era el momento de salir de este negocio y vendió su parte de la compañía a su socio, que posteriormente hizo lo mismo a Vodafone.
Su suerte había cambiado. Ya planeaba invertir en un próximo proyecto, pero algo le frenó y le aconsejó no cometer los errores del pasado. Decidió tomarse un año sabático que despuíés se prolongó algo más, leyendo, leyendo y leyendo y recuperando la dedicación a la familia. "Necesitaba frenar, recapacitar, pensar, descansar... saber quíé quería hacer con mi vida", recuerda.
En esa etapa aprovechó su tiempo libre para participar en el Programa de Dirección General (PDG) del IESE porque "la formación es obligatoria. Yo mismo he cambiado de empresas, de sectores, de países... La vida te lleva a formarte porque, de lo contrario, te quedas fuera de juego", subraya.
Estuvo a punto de implantar en España una franquicia de estíética brasileña, "pero no salían los números". Finalmente, se decantó por construir una ciudad educativa para niños que ha dado lugar a Micropolix. "He pasado mucho tiempo viajando y fuera de casa, lejos de la familia durante largas temporadas y me he dado cuenta de que me apetece mucho estar junto a ellos. Como cuenta Steve Jobs, el fundador y presidente de Apple, la vida es finita y tienes que tratar de disfrutar al máximo y estar tranquilo contigo mismo",