Por Hans Wagner, según valoración fundamental.
El S&P 500 en 2006 reportó unas ganancias de 83,11$. Este ejercicio fue el anterior de la actual recesión y el colapso de ganancias. Ese año el sector financiero aportó el 45% de las ganancias del S&P (43,93$). Esto incluye los brazos financieros de GE y GM. La mayoría de esas ganancias han desaparecido. El sector financiero aportó 37,8$ en negativo en el ejercicio 2008.
Es improbable que las ganancias del sector vuelvan a niveles de antes del crash inmobiliario en el medio plazo. Es razonable asumir que el grueso de las ganancias del sector financiero sean cero o negativas en los próximos dos años. Esto quitaría 40$ del nivel de ganancias de 2006. Desde que la industria inmobiliaria es un componente importante del PIB en EEUUU, el retraso de su recuperación afectará las ganancias esperadas del S&P 500. Algunos analistas estiman que la industria inmobiliaria costará 5$ a las ganancias esperadas del S&P 500. Sustrayendo 45$ de los 83$ de beneficio de 2006, nos daría unas ganancias esperadas para el S&P de 38$ para los próximos años.
Algunos analistas consideran que este sería el peor de los escenarios posibles. El S&P estima unas ganancias de 39,6$ para el 2010.
La media histórica del PER para el S&P es de entre 14-16 veces beneficios. Con un PER 16 y unas ganancias de 38$ el precio objetivo del S&P se situaría en los 608 puntos. Si usamos la predicción del propio S&P (39,6$), el precio objetivo del indicador para el 2010 sería de 633 puntos.
En un entorno de ralentización de crecimiento, el mercado ha pagado históricamente entre 8 y 10 veces beneficio. A un PER 10 con un beneficio esperado de 38$ el S&P 500 debería irse a 380 puntos. Si usáramos la estimación de S&P se iría a 396 puntos.