General Motors anunció ayer que eliminará 21,000 empleos en sus fábricas el próximo año, descontinuará la fabricación de la marca Pontiac y pedirá al gobierno estadounidense que acepte las acciones de la compañía a cambio de la mitad de su deuda, como parte de un amplio esfuerzo de reestructuración con el que busca más ayuda federal.
El fabricante automotriz dijo que ofrecerá 225 acciones comunes por cada 1,000 dólares en notas en posesión de los propietarios de bonos como parte de un canje de deuda por valores.