Santander sorprendió ayer al mercado con unos resultados mejor de lo previsto. Ganó 2.096 millones, con una caída del 5% sobre igual fecha del año precedente y mejor en un 8% que en el trimestre anterior. El grupo espera como mínimo repetir las ganancias del pasado ejercicio y acercarse a los 9.000 millones y repetir dividendo.
Sin triunfalismos, pero presumiendo, aunque con bastante sutileza, de ser o estar entre los mejores bancos del mundo en prácticamente todas las ratios. Así fue la presentación que realizó ayer de los resultados del primer trimestre del año el consejero delegado de Santander, Alfredo Sáenz. El grupo superó todas las previsiones del mercado al obtener un beneficio atribuido de 2.096 millones de euros, con un descenso del 5%, aunque su perímetro es mayor tras las compras llevadas a cabo a finales del pasado año en Reino Unido y Estados Unidos.
Esta apuesta por las compras ya ha comenzado a sumar positivamente en la cuenta de resultados, salvo el estadounidense Sovereign, explicó Sáenz.
Pese a la píésima coyuntura económica mundial en general y en España en particular, el ejecutivo se mostró relativamente optimista con el negocio y beneficio futuro de Santander. Su diversidad geográfica, la mayor aportación que harán en los próximos trimestres las recientes compras de filiales, y la política de contención de costes y recuperación de morosidad, fueron las recetas que esgrimió el consejero delegado para explicar que, pese a todo, el grupo mantendrá o incluso superará este año -sin cambio de perímetro- el resultado de 2008. El pasado ejercicio ganó 8.876 millones de euros. La venta de su participación en Cepsa no le aprotará plusvalías que sumen.
La afirmación de mantener sus beneficios permitió a Sáenz ratificarse en lo que ya llevan semanas pregonando en anuncios en toda la prensa internacional: su política de dividendos no variará. Mantendrá el mismo nivel de dividendo, es decir, con un pay-out del 50% (porcentaje del beneficio que se destina a remunerar al accionista) y se dará todo en efectivo, lo que puede interpretarse como que puede repetir los 4.800 millones que destinó en el ejercicio precedente a pagar al accionista. Su más directo rival, BBVA, dijo el martes que mantendrá su política aprobada a finales de 2008 de abonar al inversor un pay-out del 30% en metálico (en acciones puede pagar otra pequeña parte).
Santander descarta volver a realizar una ampliación de capital este año para subir su solvencia. "Mejoraremos nuestro core capital de forma orgánica, con 20 puntos básicos de subida" al trimestre, se comprometió Sáenz.
Ambas apuestas contrastan con la tendencia de sus rivales internacionales, los cuales están reduciendo dividendo al ritmo que caen sus resultados y sus acciones en Bolsa.
Reino Unido, con Abbey a la cabeza, se ha convertido en el impulsor de los resultados del grupo. Este país representa ya el 16% del beneficio, pero, según Sáenz, llegará al 20%. Esta unidad ganó 407 millones de euros, con una subida del 57,8% tras sumar Alliance & Leicester y Bradford & Bingley.
España aporta el 28% del beneficio, con 546 millones de la Red Santander, el 7,2% más que un año antes y 190 millones de Banesto. Santander Consumer España aportó resultados negativos, pero se suman en el global de esta unidad.
Santander ha adquirido activos inmobiliarios en el primer trimestre por 500 millones, cifra que tras saneamientos y ventas baja a 300 millones y eleva el total en cartera a 4.000 millones de euros. Sáenz dijo que el grupo ha dejado ya de comprar inmuebles a promotores.
Rebaja sus estimaciones de mora para el ejercicio
Los resultados de Santander fueron recibidos ayer favorablemente en Bolsa. Sus títulos mejoraron un 6,1%. Y es que, además de realizar un trimestre mejor de lo previsto, tambiíén rebajó sus previsiones iniciales de morosidad. En diciembre el banco estimó que su morosidad en España llegaría al 4,5%. Ahora dice que este porcentaje será muy inferior, dado el nivel de recuperaciones del grupo y la menor entrada de críéditos impagados, entre otras razones al haber frenado el críédito al consumo, y reforzarse el control de riesgos -no se conceden críéditos cuando hay la mínima sospecha de su posible inviabilidad-. La rebaja "no es porque la economía vaya mejor, sino porque estamos sujetando más" la morosidad en hipotecas a particulares y a pymes, justificó Sáenz. La tasa de morosidad del grupo es del 2,49%, con una cobertura del 80%. En España este índice es del 2,40%, y cuenta con unas provisiones geníéricas de 3.431 millones, lo que según el consejero delegado, les permite tener un colchón hasta mediados de 2011. BBVA tambiíén considera que la entrada en mora de los activos se está reduciendo, pero prevíé terminar el año con una mora de entre el 4% al 4,5%. Santander fue más pesimista que BBVA sobre la economía de Míéxico, aunque al final considera que podrá mantener sus resultados en el país, tras reducir su apuesta por el negocio de tarjetas de críédito. En Latinoamíérica ganó 890 millones de euros, con una caída del 8%.