La construcción deja de ser el buque insignia de la compañía, que gana un 118% más gracias a las plusvalías por la venta del 35% de Fenosa.
La diversificación del negocio de ACS tiene un valor incalculable en un momento en el que su principal actividad, la construcción, atraviesa por uno de los momentos más díébiles de los últimos diez años. La compañía presidida por Florentino Píérez ha sorteado con facilidad la crisis del ladrillo y del cemento en España apoyándose en lo que era, hasta el año pasado, su segunda pata de negocio, los servicios industriales, que ahora se convierten en el buque insignia del grupo en detrimento del área de construcción.
Hasta marzo de 2009, la cifra de negocio de los servicios industriales de ACS ascendió a 1.721 millones de euros, un 10% más. Por el contrario, las ventas en construcción registraron una caída del 10%, hasta 1.587 millones de euros.
Como estaba previsto, en el primer trimestre, ACS ha contabilizado la venta del 35% de Fenosa a Gas natural, que generó unas plusvalías de algo más de 1.000 millones de euros.
Estos extraordinarios elevaron el beneficio neto de la compañía hasta los 1.306 millones de euros, lo que significa un espectacular aumento del 118%. Descontado el efecto Fenosa, las ganancias de ACS ascendieron a 301 millones, un 11,2% más.
El resultado bruto de explotación (ebitda) creció un 5%, hasta los 383 millones, mientras que las ventas totales, afectadas por la crisis de la construcción, crecieron sólo un 1,6%, hasta 4.080 millones.
La deuda de la constructora se situó en 8.983 millones de euros, lo que representa un descenso del 4% con respecto al mismo periodo del año pasado. Uno de los cambios más significativos en este capítulo es el sensible descenso de la deuda con recurso al accionista, que se sitúa en 123 millones de euros, cuando al cierre de 2008 se elevaba a casi 3.000 millones de euros.
Con esta reducción, la compañía logra uno de los menores ratios de apalancamiento del sector, situado en 0,1 veces ebitda. Entre las inversiones más destacadas del periodo destaca el reconocimiento de la novación del contrato de derivados equivalente al 5,1% de Iberdrola, que ha supuesto un incremento de la deuda sin recurso de 2.300 millones.
La ganancias de ACS en el primer trimestre tambiíén fueron empujadas por la favorable contribución de sus participadas, que aportaron 51 millones de euros. La compañía desembolsó hasta marzo 171 millones en compras de acciones propias.
ACS cerró ayer a 37,4 euros por acción, con una subida del 3,03%.
El peso de Iberdrola
Iberdrola es uno de los elementos clave de la cuenta de resultados de ACS, que controla el 12,6% de la elíéctrica. La constructora contabilizó una aportación bruta de su participada de 70 millones de euros por dividendos.
En el capítulo de cargas financieras, la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán ha incrementado sensiblemente la deuda sin recurso de ACS, en 2.316 millones, por la novación del contrato de derivados del 5,1% de la elíéctrica. ACS ejecutará los equity swaps en un año.