Todo el dinero sigue en el mismo lugar
Por Cárpatos
En Biografías y Vidas, una excelente web donde uno puede aprender sobre cualquier personaje famoso, tenemos un buen resumen de la biografía de Pedro I El Grande, zar de Rusia gracias al golpe de estado que dio en 1689.
"Tras la conquista de Azov a los turcos (1696), en la que probó la flota que había creado, viajó por Polonia, Alemania, Austria, Países Bajos e Inglaterra en 1697, ampliando su pobre formación cultural y contratando tíécnicos que le ayudaran en la tarea de occidentalizar Rusia. Una revuelta de los streltsí (1698), opuestos a la política de occidentalización, le hizo volver a Rusia. Inmediatamente emprendió la tarea de modernizar su país. Comenzó con aspectos exteriores, como la prohibición de las barbas y la imposición del vestido occidental, salvo para el clero y los campesinos, pero siguieron otras reformas más profundas, encaminadas a aumentar la riqueza del país y de los recursos del Estado", explica la web. Pero además entró en una guerra de 21 años por la conquista de la fachada báltica, muy cerca de la cual se empecinó en crear su capital, San Petersburgo, que creó de la nada. Esta se convirtió en la capital de Rusia en 1712, en reemplazo de Moscú. Mientras duró su edificación, cualquier otra construcción quedó prohibida en Rusia.
Miles de campesinos se ocuparon de desecar los pantanos y construir la ciudad. Anualmente, unos 40.000 obreros debieron trabajar el terreno con palos y sus propias manos, falleciendo miles de ellos a causa del esfuerzo y el frío. Todos los hombres ricos fueron obligados a construirse allí una casa de dos pisos. Así, en veinte años surgió una ciudad de 150.000 habitantes.
El desequilibrio inmobiliario que tuvo que provocar Pedro I tuvo que ser de órdago. Todo el dinero de la construcción en un solo lugar. Hoy en las Bolsas muchos se preguntan si tras esta tendencia alcista tremenda, persistente e inapelable que venimos arrastrando, no estará ya todo el dinero metido en el mismo lugar. De momento el lado alcista de la Bolsa es como el San Petersburgo de la íépoca de Pedro I, todos en el mismo sitio, porque bajistas no hay. La única conclusión a la que se puede llegar es que como quedar dinero sí que queda, más bien queda todo que no es lo mismo, otra cosa es que el mercado decida corregir o no, de momento la tendencia a corto es muy alcista, y la estructura de rebote alcista es inapelable.
Los temores a la gripe porcina parecen enterrados, y las cotizaciones se fijan sobre todo en dos cuestiones. La primera en que hay numerosos indicadores que indican que la economía de EE UU, podría haber dejado atrás lo peor de la recesión. Esto no quiere decir que se haya salido ya de la recesión o que haya perspectivas, pero desde luego es evidente que el ritmo de destrozo se ha frenado.
Por otro lado, la gran cuestión es que por sorprendente que parezca la temporada de resultados está siendo mejor de lo esperado. Sería un error decir una buena temporada de resultados, simplemente menos mala de lo esperado.
Se abren tres alternativas, ahora; un cambio mayor de tendencia, un rebote del 50%, o que le queda poco a este rebote.