Las entidades venden garantizados que invierten en su propia deuda
Publicado en Expansión por J. Zuloaga / J. J. Andríés
Las entidades financieras incentivan el ahorro en productos seguros que a la vez refuerzan su balance en un momento en que los depósitos bancarios pierden atractivo por la caída de tipos.
Los fondos garantizados se han convertido en una mina de oro para las gestoras de fondos y, sobre todo, para las entidades financieras a las que pertenecen. Con estos productos, bancos y cajas contrarrestan la píérdida de atractivo de los depósitos y se aseguran captar pasivo para sus balances, ya que un porcentaje de su cartera se invierte en deuda de las propias entidades en buena parte de los casos.
Seis de los diez mayores fondos garantizados del mercado español destinan parte de su patrimonio a depósitos, pagaríés o bonos de su matriz. En algunos casos, como en el Caixa Catalunya 2-B, de la entidad catalana, el 95% del patrimonio, unos 170 millones, está en bonos de la caja.
La elevada bancarización del sector de fondos en España permite que las entidades dirijan la demanda de productos de inversión según les interese en cada momento. En España el 90% de los activos de fondos está en manos de la banca, en Francia se sitúa en el 34% y en Reino Unido, apenas en un 8%. De hecho, los lanzamientos de nuevos productos acaparan el 60% de las suscripciones de fondos en 2009, según datos de VDOS.
Cambio de rumbo
En los últimos meses, las entidades han pasado de colocar casi exclusivamente depósitos a centrarse en otro tipo de productos como los fondos garantizados, por la caída de los tipos de interíés.
Por norma, los productos garantizados invierten la mayor parte de su cartera en renta fija, con el objetivo de devolver a sus clientes el capital garantizado. El resto, lo dedican a derivados con los que buscan rentabilidades atractivas que capten la atención de los ahorradores.
Desde que estalló la crisis, los garantizados de renta fija han sido los que más íéxito han cosechado por su mayor conservadurismo, pero durante los últimos meses han entrado en escena los de renta variable. De hecho, un 25% del total de fondos nuevos o que renovaron su garantía en el arranque de 2009 pertenecen a esta categoría.
Con ellos, las gestoras atraen la atención de inversores que quieren ganar exposición a bolsa pero sin un riesgo excesivo, a la vez que captan dinero para su balance en un momento de debilidad.
Aquí es donde entra en juego la bancarización del sector de fondos español, que en muchos casos determina la decisión final de los inversores a travíés de las redes de banca comercial.
Mal asesoramiento
Diversos estudios constatan que la venta de fondos de inversión a travíés de la banca comercial implica un menor conocimiento del producto y de sus riesgos por parte del cliente. De hecho, el regulador español pide a las entidades mejores prácticas al vender productos financieros. Así, un ahorrador europeo que entra en fondos a travíés de la banca permanece en el mismo una media de un año y medio. Mientras que si lo hizo a travíés de un asesoramiento independiente, aguanta en el fondo en torno a cuatro años.
Otra vía similar a los garantizados son los depósitos estructurados, cuya rentabilidad se vincula a la evolución de índices, acciones u otras referencias. Estos productos tambiíén permiten a bancos y cajas captar dinero de los clientes, e incluso a precios más baratos y a más plazo.
Un ahorro para el banco
Fuentes de una entidad revelan que con estos productos pueden ahorrarse un 1% de costes. Sin embargo estas fuentes reconocen que “claramente no consiguen un volumen de negocio similar a una imposición a plazo fijo que pague intereses muy por encima del mercadoâ€.
Para diseñar estos productos, la entidad contrata con un estructurador una opción con la que cubrirse en caso de que se cumplan las condiciones y el banco o caja tenga que dar al cliente la rentabilidad más elevada de las previstas. “El precio de la opción es el que te marca el margenâ€, dicen otras fuentes.
Bancos y cajas están devolviendo al primer plano de su oferta comercial estos productos aprovechando que la bolsa está dando signos de mejoría, lo que les da más posibilidades de venderlos a sus clientes. Entre otras entidades, Caja Duero y Caja Navarra han lanzado productos de estas características en las últimas semanas, a plazos de tres años.
Tendencias
- La píérdida de atractivo de los depósitos hace que bancos y cajas busquen nuevas soluciones para reforzar sus balances.
- La recuperación de los mercados de renta variable favorece la ventade fondos garantizados sobre acciones e índices bursátiles.
- Estos fondos dedican la mayor parte de su patrimonio a emisiones de renta fija privada, en algunas ocasiones de su propio banco o caja.