Elmundo.es/Juan Emilio Maíllo
Madrid.- Despuíés de haber pregonado en las últimas semanas que era el banco internacional que pagaba mayor dividendo en efectivo, el Santander vuelve a situar la retribución a sus accionistas en el centro del debate.
Porque la entidad que preside Emilio Botín ha anunciado el lanzamiento de una especie de "dividendo a la carta", de forma que el accionista podrá decidir si cobra en efectivo, si recibe acciones del banco, o combinar ambas prácticas.
Todo se pondrá en práctica con motivo del dividendo que el Santander pagará en noviembre próximo, el segundo con cargo al beneficio de la entidad este año (hasta marzo ha ganado 2.096 millones). Este tipo de retribución conlleva la emisión de nuevas acciones, por lo que deberá recibir la aprobación de la junta de accionistas que el Santander celebrará el próximo 19 de junio.
De momento, la intención del banco es mantener este nuevo sistema de retribución en cada segundo dividendo del año, aunque todo dependerá del interíés que se genere entre los accionistas. La gran ventaja que tiene el modelo es que, mientras que en el dividendo puro y duro se aplica una retención fiscal del 18%, en el caso de entrega de acciones no hay pago a Hacienda, aunque sí hay que cumplir con el Fisco cuando se venden.
Los grandes beneficiados son el medio millón de accionistas del Santander (el banco tiene un total de 3,3 millones) que están suscritos al programa de reinversión del dividendo. Con el actual sistema, se les aplica la retención del 18% y pagan luego el canon de Bolsa y la comisión a su banco por la compra de los nuevos títulos. Ahora recibirán las acciones sin retención y sin canon de Bolsa.
El proceso. Ahora el primer paso será que la Junta de Accionistas del Santander apruebe el próximo 19 de junio la autorización al banco para emitir las nuevas acciones. El 1 de agosto los accionistas del banco recibirán un dividendo, el primero a cuenta del beneficio de 2009, que será en efectivo.
Con el segundo dividendo se abre el abanico. El accionista tiene tres opciones, para las cuales deberá tener las acciones el 15 de octubre, y comunicar su preferencia a la entidad donde tenga depositados sus títulos.
Efectivo. El Santander le asignará una serie de derechos de asignación gratuita de acciones cuyo importe será idíéntico al de un dividendo. En los últimos ordinarios el Santander ha pagado 0,12 euros por acción. Si el accionista quiere el dinero, lo que equivale al dividendo normal, vende al banco esos derechos y Hacienda le retiene el 18%.
Vender el derecho. Una segunda opción es que, una vez que esos derechos coticen en el mercado, lo cual sucederá el 16 de octubre. En este caso podrá ganar o perder dinero, en función de a quíé precio lo venda, pero no tendrá retención fiscal.
Recibir las acciones. Se dividirá el precio de la acción en los días previos al pago de este dividendo y se dividirá por el precio de cada derecho de asignación. Por ejemplo, si cada derecho es de 12 cíéntimos y la acción cotiza a 7,2 euros, se deberán tener 60 derechos para lograr una acción. Quien tenga 60 acciones recibirá una nueva y no pagará a Hacienda.
Con este modelo el Santander dice que persigue satisfacer el interíés de sus accionistas, en particular a los ligados al plan de reinversión del dividendo, según señala su director financiero, Josíé Antonio ílvarez. La propuesta llegó de este colectivo.Para el banco hay una ventaja, pues si muchos accionistas se suman a la entrega en acciones verá reforzado su nivel de solvencia, aunque de manera mínima (pasaría del 7,3% al 7,5% si se adhirieran todos).