Uno de los grandes problemas a los que se enfrentará la economía mundial una vez que la actual crisis haya alcanzado suelo, es la enorme deuda que mantienen los EEUU.
La deuda de los EEUU actualmente se sitúa en 11.200 billones de dólares o un 80% de su PIB, lo que es el nivel más alto desde la presidencia Truman. Según las proyecciones estimadas, en 2012 la deuda ascenderá a 14.000 billones de dólares, cerca del 100% del PIB por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
Las circunstancias actuales no pueden compararse con la economía de supervivencia que se tenía en la Segunda Guerra Mundial, en la que se necesitaba pedir prestado para producir material de guerra. La tasa de ahorro personal en aquellos días era del 25%. Hoy los EEUU piden cientos de miles de millones de dólares a China, Japón y el Medio Este. La tasa de ahorro se sitúa por debajo del 0%.
Básicamente esos datos muestran una economía sumamente desequilibrada e insostenible en el tiempo.
Para que la economía de EEUU se equilibre, necesitará irremediablemente bajar sus niveles de endeudamiento tanto estatal, como particular, y aumentar de forma importante la tasa de ahorro.
Este razonamiento apoya la teoría de prestigiosos economistas que indican, que las medidas de reactivación económica adoptadas actualmente, que incentivan el consumo y el endeudamiento, son como echar gasolina a un fuego. El verdadero problema está en la deuda, no en la ralentización del consumo, que por otra parte, será inevitable ahora, o posteriormente.
Una vez que la crisis actual haya tocado fondo, y se vean indicios de una recuperación económica, inevitablemente se tendrán que adoptar medidas que incentiven el ahorro, y reduzcan el endeudamiento, lo que nos llevará posiblemente, a otro periodo de recesión económica aún más duradero que el actual.
Capital Bolsa.