Si Telefónica hubiera eliminado España de las cuentas del primer trimestre, se podría decir que para ella la crisis planetaria es inexistente. Pero las cifras de la filial nacional demuestran que está afectada, y mucho. Latinoamíérica y la flexibilidad financiera del grupo salvan el conjunto.
Un análisis del beneficio neto de Telefónica en el primer trimestre de 2009 podría hacer olvidar a cualquiera la recesión global que golpea al mundo. Las ganancias suben un 9,9% y no porque haya plusvalías, ni porque la operadora haya hecho una comparativa alternativa a los números contantes y sonantes, ni porque el año pasado hubiera algún cargo extraordinario. El resultado de esa subida son 1.690 millones de euros de beneficio, el segundo mayor en el entramado empresarial español, por detrás del Santander, y el más alto entre las telecos europeas, con permiso de Vodafone, que publica la semana que viene. En el mundo, sólo China Mobile y AT&T ganan más que ella.
Pero el beneficio neto siempre es el final de una historia y íésta en concreto arranca con una imagen incapaz de ocultar que, pese a todo, Telefónica es parte de un sistema que se enfrenta a una de las peores crisis de la historia moderna.
Eso es lo que dicen los ingresos. Caen un 1,4%, una cifra limitada en comparación con otras compañías y sectores pero, enmarcada en la trayectoria de crecimiento de Telefónica, este registro supone la primera caída en ventas desde el segundo trimestre de 2003, hace casi seis años. Si se compara con el sector, hay dos grandes compañías que lo han hecho peor -France Tíélíécom y Telecom Italia-, pero otras dos que lo han hecho mejor -AT&T y Deutsche Telekom-.
¿Los culpables de la caída? El negocio en España, que se ha comportado mucho peor de lo previsto financiera y operativamente, y la depreciación de la libra esterlina, que ha convertido en estíériles los buenos resultados de Reino Unido. Sólo una evolución en Latinoamíérica más fuerte que cualquier esperanza y cada día más rentable ha mitigado el golpe.
Telefónica no ha negado el impacto en ingresos. Un ataque de la crisis en toda regla, en palabras del director de Finanzas, Santiago Fernández Valbuena, en la conferencia telefónica con analistas de ayer por la tarde. Pero contra eso ha sacado Telefónica toda su artillería. Y tiene bastante.
Y es que la operadora española cuenta con dos ases en la manga con los que contrarrestar la crisis. El primero es su diversificación geográfica; el segundo, su flexibilidad financiera.
Entre el 45% y el 50% de los gastos de Telefónica son variables y el 75% de la inversión prevista para 2009 se destina a proyectos de crecimiento. Eso hace que ambas partidas sean perfectamente modulables en función de las circunstancias. "Así que Telefónica ha contraatacado al impacto de la crisis en los ingresos con reducción de gastos e inversiones", explica Valbuena. Es decir, exprimiendo al máximo la rentabilidad.
Los primeros resultados de esta estrategia se dejan ver en el Ebitda, que cae sólo un 0,4%. Cuando se llega al resultado operativo, el signo ya es positivo y hay crecimiento. De ahí a mejorar un 9,9% el beneficio, sólo hay un paso.
Y son estos beneficios al alza los que han permitido a Telefónica tranquilizar al mercado y reafirmar su previsión de beneficio y flujo de caja por acción para 2010, así como las metas para este ejercicio. Aunque el crecimiento falle, la capacidad para sacar el máximo partido de cada euro de ingresos que entre en caja sigue inmune, es el mensaje de la compañía.
Consenso en la debilidad nacional
Aunque el día negro de las Bolsas arrastró ayer en su caída a Telefónica, que perdió un 0,54%, la mayoría de los analistas dio un aprobado como mínimo a los resultados de la operadora. El consenso fue casi unánime: Latinoamíérica ha demostrado su fortaleza y España, su debilidad.
"Los resultados en España parecen muy díébiles", explicó Deutsche Bank, que destacó la fuerte caída de los ingresos de la telefonía móvil nacional y la sostenida píérdida de líneas fijas, según recogió Reuters.
El análisis de Morgan Stanley coincide: "Sólidas cifras y flujo de caja para el grupo, pese a los muy díébiles ingresos en España".
Ante esta situación, Cazenove agradece que Telefónica haya reafirmado sus compromisos financieros para 2009 y 2010, "porque puede suponer un alivio dada la preocupación sobre la economía española y la continuidad del crecimiento en Latinoamíérica".