La crisis está dejando graves secuelas en la economía española. Particularmente en el aparato productivo. Los datos más recientes de la Seguridad Social indican, en concreto, que nada menos que 100.423 empresas han dejado de existir en los últimos doce meses, lo que muestra claramente la intensidad del ajuste. En cifras absolutas, esto significa que, si en abril del año pasado el número de empresas inscritas en la Seguridad Social ascendía a 1.408.469, el mes pasado había ya solamente 1.308.046. Se trata de una caída verdaderamente relevante, toda vez que significa que en apenas un año ha dejado de existir el 7,1% de las empresas españolas.
Los datos de la Seguridad indican, igualmente, que algo más de un millón de empresas (1.005.537) tenía menos de seis trabajadores en el pasado mes de abril, lo que significa un descenso del 5,3% respecto del mismo periodo del año anterior. Otras 273.673 empresas contaban con una plantilla situada entre seis y 49 trabajadores, lo que supone un fuerte descenso del 13%. La variación es importante porque refleja que la crisis no solamente se está cebando en las empresas con menor musculatura financiera para aguantar el chaparrón, sino tambiíén en compañías de mediano tamaño, en teoría con más garantías para soportar la recesión.
De la misma manera, el número de empresas con plantillas situadas entre 49 y 250 trabajadores ha descendido un 11%, mientras que el número de empresas con más de 250 trabajadores ha retrocedido el 4,6%.
El hecho de que se reduzca el número de empresas en cada uno de los segmentos no significa necesariamente que hayan cesado en su actividad, sino que, debido a la píérdida de empleo, han variado de posición en la estructura empresarial del país. Globalmente, sin embargo, sí que se ha producido una enorme mortalidad en el tejido productivo español, toda vez que hoy hay un 7,1% menos de empresas que cotizan a la Seguridad Social de las que había hace un año.
Una recesión general
¿Y quíé sectores está siendo los más afectados por la crisis? Los datos de la Seguridad Social muestran que el sector servicios se sitúa a la cabeza en tíérminos absolutos: 52.585 empresas menos, lo que se explica por su enorme peso en el conjunto de la actividad económica. Sin embargo, en tíérminos relativos, es el sector de la construcción es el que está sufriendo en mayor medida el ajuste. Dicho con números: si hace un año el número de empresas vinculadas al ‘ladrillo’ se situaba en 224.727, en estos momentos hay 183.198, lo que significa que más de 31.520 empresas relacionadas con el sector de la construcción han dejado de existir.
En la industria, igualmente, la mortalidad está siendo muy elevada, aunque menor que en el resto de los sectores debido al mayor tamaño de sus plantillas. En cualquier caso, hoy hay 11.718 empresas menos de las que cotizaban a la Seguridad Social hace un año.
Los datos del sistema público de protección social muestran, de la misma manera, que la crisis afecta a todo tipo de empresas, independientemente de su calificación jurídica. El número de sociedades anónimas ha caído en 4.647, mientras que hoy existen 46.357 sociedades limitadas menos que hace un año. En los ficheros de la Seguridad Social, igualmente, existen hoy 43.321 menos compañías bajo la calificación jurídica de personas físicas.
La ley obliga a que los empresarios, como requisito previo e indispensable al inicio de sus actividades, tengan que solicitar su inscripción en el Sistema de la Seguridad Social a nombre del titular de la empresa. Y a estos efectos se considera empresario, aunque su actividad no tenga ánimo de lucro, a toda persona natural o jurídica, pública o privada, por cuya cuenta trabajen las personas incluidas en el campo de aplicación de la Seguridad Social.