EFE
NUEVA YORK.- El presidente y consejero delegado de AIG, Edward Liddy, designado para ese cargo por el Gobierno de Estados Unidos cuando hace ocho meses decidió intervenir la aseguradora estadounidense para tratar de sacarla a flote, ha decidido dejar su puesto.
El consejo de administración de AIG anunció a travíés de un comunicado que Liddy le ha informado de su intención de retirarse de la compañía, ahora que íésta parece haberse estabilizado gracias, entre otros factores, a una inyección pública de 182.000 millones de dólares.
Además, el directivo, que estaba jubilado cuando aceptó el cargo, ha sugerido que separen los cargos de presidente y consejero delegado (CEO) de AIG, algo que el consejo se ha comprometido a hacer.
Al comienzo de la semana AIG anunció que había seleccionado a seis personas para integrarse en el Consejo de Administración si así lo aprueba la junta de accionistas que se reunirá el próximo 30 de junio.
Adhesión a las 'buenas prácticas'
Si todos ellos se incorporan al Consejo, íéste pasaría a estar integrado mayoritariamente por consejeros independientes, una circunstancia considerada como "buena práctica" en las empresas y recomendada por Washington en las entidades intervenidas a raíz de la crisis hipotecaria y financiera desatada en 2008.
Otra "buena práctica" habitualmente recomendada es la de separar los cargos de presidente y CEO, tal y como ha sugerido Liddy. "El consejo está de acuerdo con su recomendación de que esas funciones sean separadas y se propone llevar a cabo una búsqueda para cubrir cada puesto", explicó ese órgano.
En el mismo comunicado, Liddy aseguró que en AIG "queda mucho trabajo por hacer", aunque insistió en que ya se ha hecho tambiíén un importante avance. "Con la ayuda financiera del Banco de la Reserva Federal en Nueva York y el Departamento del Tesoro, hemos logrado sustanciales avances en la estabilización de AIG, al reducir los riesgos internos que llevaron al rescate del Gobierno, proteger a nuestros clientes y negocios, y desarrollar un plan para devolver el dinero a los contribuyentes", apuntó.
Varios años de recuperación
Añadió que la plena recuperación de la aseguradora, en su día la mayor del mundo, llevará "varios años", por lo que consideró necesario que el próximo equipo gestor "tenga ese mismo horizonte temporal" en mente.
"A mediados de septiembre de 2008, Liddy respondió a la llamada de su país y a las necesidades de AIG en medio de uno de los períodos más oscuros de la actual crisis financiera", dijo el consejero de la firma Stephen Bollenbach.
Recordó que Liddy, un ex consejero delegado de la aseguradora Allstate a quien el Gobierno estadounidense sacó de la jubilación para que tomase las riendas de AIG, volvió al trabajo para dirigir "con valentía y eficacia" esta compañía con operaciones en más de 130 países.
Uno de los momentos de más tensión del directivo al frente de la aseguradora, en la que cobraba el salario simbólico de un dólar al año, tuvo lugar cuando el pasado marzo la empresa pagó 165 millones de dólares en primas entre sus directivos de la unidad de productos financieros, lo que llevó a la ruina a todo el grupo.
El pago de aquellas primas desató las críticas de la sociedad y el parlamento estadounidenses y hasta el presidente Barack Obama calificó de "escandalosa" la situación.