RAFAEL VIDAL 23/05/2009
Los mercados de valores consiguen cerrar esta sesión en positivo, a pesar de los constantes avisos de las agencias de calificación de riesgos sobre posibles rebajas, tanto a empresas como a países.
Para muchos inversores, estas advertencias no son más que una tardía actualización a circunstancias ya conocidas de todo el mundo, por lo que sus repercusiones han sido puntuales y, en la mayoría de los casos, han pasado inadvertidas.
El Ibex 35 volvió a vivir una sesión convulsa en la que compradores y vendedores parecían incapaces de llegar a un razonable equilibrio. Tras numerosos altibajos, y con la Bolsa de Nueva York orientada al alza, este índice se apuntó una subida del 0,90% y termina la semana en 9.308,60 puntos. Los valores medianos ganaron en esta sesión el 0,66%, y los pequeños, el 0,74%.
La Bolsa española ha tenido en esta jornada un comportamiento más positivo que el resto de las plazas europeas, en parte porque los inversores han actualizado sus posiciones tras las dudas que creó la agencia Moody's respecto del sector bancario español.
El buen ambiente que se respiraba en el mercado no contó con el respaldo del dinero, ya que la negociación total en el Mercado Continuo se quedó en 2.725,01 millones de euros, con sólo 1.765,10 millones en operaciones del mercado abierto. La diferencia entre ambas cifras la cubrieron las grandes operaciones con títulos de Telefónica, que sumaron más de 800 millones de euros.
Esta sesión careció de argumentos externos en los que apoyar las decisiones, por lo que hay que pensar que inversores y gestores la dedicaron a la puesta al día de sus carteras. En este sentido, algunos analistas parecen haber dado marcha atrás en sus cálculos de los últimos días, dejando de lado el tono negativo que forzó a los inversores a fijar su atención más en los soportes que en las resistencias, que ahora parecen ser el problema a superar.
En estas cinco sesiones, el Ibex 35 ha recuperado el 3,68%, y aunque con ello no marca tendencia, la mayoría de los planteamientos son alcistas. No obstante, la fuerte caída del volumen negociado en los dos últimos días parece indicar que los inversores juegan con dos barajas o, lo que es más posible, no tienen nada claro el futuro inmediato del mercado.
