elmundo.es/Jaime López
Caracas.- Hugo Chávez se convertirá en el primer banquero de Venezuela a principios de julio, cuando culmine el proceso de compraventa de la filial venezolana del Santander. El Gobierno venezolano pagará 1.050 millones de dólares (750 millones de euros) al grupo presidido por Emilio Botín. Un 60% del monto (630 millones de dólares) se abonará cuando se complete la venta, el próximo 3 de julio. Las otras dos cuotas pendientes se cancelarán, vía dos pagaríés, con vencimiento en octubre y diciembre de 2009.
Los 1.050 millones de dólares acordados corresponden a la totalidad de las acciones del grupo Santander en su filial venezolana, de las que poseía el 96% del capital desde 1996.
Esta compra se realiza "dentro de la estrategia de desarrollo nacional del país" y con el fin de "fortalecer el sector financiero público", explicó el vicepresidente Ramón Carrizález, quien se congratuló por el buen ambiente que presidió todas las negociaciones, cuyo resultado es "beneficioso para ambas partes".
Con la nacionalización del Banco de Venezuela, el tercero del país, el Estado venezolano (que controla actualmente entre 12 y 13% del sector bancario), tendrá en su poder el 21% de los depósitos, y se convertirá en el actor más poderoso del sistema financiero venezolano. Banesco, la institución que le seguiría en tamaño, tiene entre un 15,10% y 14,8%. Además, contará con una potente red de distribución compuesta de 651 agencias y tendrá en nómina a 15.340 empleados, el 20,7% de todas las personas que trabajan para el sector bancario.
Estas empresas que ahora se nacionalizan "no es propiedad de Chávez, ni del Gobierno, sino es propiedad del colectivo", dijo este viernes Hugo Chávez, para advertir que su socialismo no caerá en el capitalismo de estado.
Nueva oleada de estatalizaciones
El memorando de entendimiento firmado entre el vicepresidente de Venezuela y el presidente de la filial del Santander, Michel Gouguikian, coincide con una nueva oleada de estatalizaciones que afectó al sector petrolero, minero y de alimentos, entre otros.
Y con la decisión del Gobierno de intervenir el mayor banco estatal del país, el Banco Industrial. Un ente financiero que presenta uno de los peores índices de capitalización del sector y el mayor índice de morosidad, siendo el banco que menos dinero presta. Los entes privados destinan al críédito un 60% de cada 100 bolívares (46,51 dólares) que tienen en depósitos, mientras que la red estatal (compuesta por Banfoandes, Industrial, Banco del Tesoro y Banco Agrícola), financia el 27,11%.
Esta semana, la policía venezolana arrestó al ex presidente del Banco Industrial, Luis Quiero, acusado por presunta corrupción desde junio de 2007.
La intención de fusionar la banca pública en una sola entidad para crear un 'megabanco estatal' es una de las prioridades del Gobierno despuíés de la adquisición de la filial venezolana del SCH. Tambiíén será un gran reto. El Ejecutivo que lidera Hugo Chávez deberá impedir que el nuevo Banco de Venezuela (antigua filial del Santander) sufra las fallas estructurales que presentan las entidades estatales, fruto de la ineficiencia y la corrupción.
Los retos de un 'megabanco estatal'
El economista especializado en finanzas, Josíé Grasso, de la firma Softline opina que antes de implementar esta fusión, el Gobierno deberá mejorar los indicativos de los bancos públicos para reducir los riesgos de contaminar al nuevo gigante estatal con estos números tóxicos. "Lo primero que tienen que hacer con el Banco Industrial es recapitalizarlo (por sexta vez desde que Chávez fue elegido presidente) y reducir los gastos de pagos de nómina", estima.
Grasso sostiene que "en Brasil y Chile hay ejemplos de banca pública exitosa. Si el Gobierno quiere implementar un modelo eficiente, entre otras cosas, tiene que fusionar todas las instituciones que tiene o utilizar plataformas integradas para contar con una red de agencias que se comunique entre sí, mejorar la gestión de riesgos y adoptar míétodos eficaces de cobros".
Chávez defiende que con el nuevo banco público, el Estado venezolano podrá llegar hasta el último rincón de Venezuela, y canalizar sus ayudas y subsidios con más facilidad y eficacia.
El líder bolivariano, que defiende la implantación del Socialismo del siglo XXI con una agresiva política de estatalizaciones, dijo que "noÂ… por ahora" nacionalizará más bancos privados. Una respuesta que inquieta a la directiva del BBVA (cuarto banco del país), que tras la borrachera de beneficios durante el último 'boom' petrolero ha visto como su números y capitalización empeoraban rápidamente.
El tiempo dirá si la herencia dejada por Emilio Botín en Venezuela será un nuevo fiasco, como el Banco Industrial (BIV), o una experiencia estatal exitosa, similar al Caixa Económica Federal de Brasil.