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Autor Tema: El ocaso de Detroit (IV): 'Offshoring': mito y realidad  (Leído 431 veces)

Orpheo

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El ocaso de Detroit (IV): 'Offshoring': mito y realidad
« en: Mayo 23, 2009, 11:15:39 am »
 

18 de mayo de 2009.- Kevin, de 31 años, tiene dos elementos que le hacen la quintaesencia del sindicalista de EEUU:

1.- Es lo bastante conservador como para haber votado por John McCain en las pasadas elecciones presidenciales. De hecho, su preferido era el candidato evangíélico Mike Huckabee, el más conservador de todos.

Eso no es excepcional. Muchos sindicalistas de Detroit son lo que en EEUU se llama 'Reagan Democrats', es decir, 'demócratas de Reagan'. Ese nombre procede del hecho de que en 1980, Ronald Reagan logró que este grupo, que hasta entonces habí­a sido demócrata de forma casi existencial, le votara. Los 'demócratas de Reagan' son de izquierdas en lo económico, pero individualistas y conservadores en materia social. Por ejemplo: se oponen al matrimonio homosexual y defienden un gasto en defensa fuerte;


2.- Le echa la culpa de la crisis espantosa en la que vive la fábrica en la que trabaja (Hamtramck), la empresa que es dueña de esa fábrica (General Motors), la ciudad en la que vive (Detroit) y el Estado en el que esa ciudad está (Michigan) a una cosa: la deslocalización. Para Kevin, el 'offshoring' es el responsable de la crisis que amenaza con borrar de la faz de la tierra a la industria del motor de EEUU.

Kevin lo tiene claro. Mientras pasea entre turno y turno por un paisaje industrial desolado, entre una de las naves de la fábrica y el viejo edificio en el que tiene su sede la Cooperativa de Críédito de los Artesanos (Craftsman Credit Union), comenta: "Sólo estoy de forma clara y rotunda contra una cosa: el libre comercio. Desde que entró en vigor el NAFTA (el Acuerdo de Libre Comercio entre EEUU, Canadá y Míéxico, en 1994) no hemos hecho más que perder empleos. Primero, las fábricas se fueron a Míéxico. Luego, a Asia".

Justo antes de entrar en la oficina de la United Auto Workers (Trabajadores Unidos del Automóvil, el sindicato del sector) Kevin lanza una frase que podrí­an suscribir todos los trabajadores industriales de Occidente: "No podemos competir con China".

Este sindicalista resume una opinión generalizada en EEUU en particular y en el mundo desarrollado en general: no nos queda industria. Se ha ido toda a Asia. Y no podemos pretender tener una economí­a sin base industrial. No se puede ser rico si no se fabrica nada. No se puede hacer una economí­a a base de dentistas, abogados, tenderos y banqueros.

Sin embargo, los datos no avalan esa idea.

En 1971, el 34,5% del PIB de EEUU procedí­a del sector manufacturero. En 2008, el 19,6%. Es un descenso prácticamente idíéntico al de Francia, y menor que el de Japón y Reino Unido (aunque mayor que el de España).

Pero, en este mismo periodo, el porcentaje de empleos en el sector ha caí­do del 26% al 9,25%.

En otras palabras: la industria de EEUU produce ahora muchí­simo más que en 1971, a pesar de su píérdida de peso en el PIB. Pero lo hace con muchos menos trabajadores.

Y eso se debe fundamentalmente a los avances tecnológicos. De hecho, prácticamente todo el aumento de la productividad se concentra en el sector industrial, donde cada trabajador estadounidense produce un 4% más cada año en promedio. Otro sí­ntoma del avance tecnológico en el sector industrial es que íéste acumula nada menos que el 90% de todas las patentes registradas en EEUU.

Finalmente, la tendencia a 'terciarizar' la economí­a no se da sólo en el mundo desarrollado. China está perdiendo más empleos industriales que EEUU (aunque no es menos cierto que ellos son 4 veces más grandes que los estadounidenses). Si esa tendencia es cierta, y por más que no encaje en las tesis de Kevin -y de la mayorí­a de los estadounidenses- el problema del sector industrial no es el 'offshoring', sino el progreso


En individuos, la locura es rara; en grupos, partidos, naciones y épocas, es la regla", Nietzsche.