elpais.com/SERAFí DEL ARCO - Barcelona - 23/05/2009
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En la economía hay mucho de psicología, se mueve por estados de ánimo. Y en sectores muy determinados, tambiíén por las presiones de las patronales, de los lobbies. Uno de ellos es el del automóvil, que aun sin estar para lanzar cohetes ha cambiado el semblante en apenas dos semanas. Los fabricantes y vendedores, que a principios de mes profetizaban el abismo del sector si no se otorgaban ayudas directas a la compra de coches -cuyo Real Decreto aprobó ayer el Consejo de Ministros-, admiten ahora un cambio de tendencia con "consecuencias inmediatas sobre las ventas", según Faconauto, la patronal de los concesionarios.
Acea
(Asociación de Constructores Europeos de Automóviles)
Anfac mejora la previsión de caída de la producción para 2009
Algunos ERE que se presentaron hasta final de año están paralizados
Los constructores de coches tambiíén miran al futuro con otros ojos -con más prudencia, eso sí-, gracias al efecto que está teniendo en las fábricas españolas el tirón de la demanda procedente de nuestros socios europeos, especialmente de Alemania, Francia e Italia, por la subvención a la renovación del parque automovilístico en favor de coches más pequeños y menos contaminantes. Justamente el segmento en el que está especializada España, que exporta el 85% de los automóviles que ensambla. ACEA, la patronal europea de los fabricantes, estima que la demanda adicional para Europa generada por las ayudas superará el millón de turismos en 2009.
"Algo se mueve" en el sector, admiten desde Ford. Tanto es así, que Anfac, la patronal de los fabricantes españoles, ha revisado entre cinco y seis puntos la caída de la producción, prevista inicialmente en el 21%.
"Todos los expedientes de regulación de empleo, aunque aprobados, están en estos momentos paralizados", se congratula el secretario federal de automoción de la UGT, Rogelio Mena. En Ford, por ejemplo, que anunció una suspensión temporal con fecha 1 de mayo para un millar de personas del turno de noche, "nos hemos visto obligados a establecer miniturnos de noche" por el aumento de la producción del Fiesta, cuya línea está al 90% de capacidad, explica la dirección.
El ejemplo de la factoría de Almussafes (Valencia) es común en el resto de emplazamientos españoles. En Vigo, el aumento de la demanda europea ha permitido mantener abierto el turno de noche para las líneas del Citroí«n Berlingo y del Peugeot Partner, y en la línea del C4 Picasso, "vamos a trabajar cuatro sábados de junio y prolongar los contratos eventuales de casi un millar de trabajadores del turno de noche", explicaba ayer el director de comunicación, Pedro Hortas. La factoría zaragozana de Opel, otro caso, está trabajando al 87% de su capacidad -hoy ensambla unos 1.830 coches diarios-, gracias, especialmente, al aumento de la demanda del Corsa. Y en Palencia, la adjudicación de 200 unidades adicionales del Renault Míégane permitirán recuperar el turno de noche y contratar a 450 personas.
El caso más espectacular es el de Volkswagen, en Landaben (Navarra), que podría superar este año los niveles de producción de 2008, el mayor de los últimos ocho años, gracias al nuevo Polo, del que la firma tiene previsto fabricar 250.000 unidades, según el vicepresidente del consorcio alemán, Francisco Javier García Sanz.
Este punto de inflexión actúa de bálsamo para el resto de segmentos que dependen del automóvil. Uno de ellos es el de los componentes, donde "se ha calmado la avalancha de expedientes", que desde octubre afectan a casi 60.000 personas, según la patronal Sernauto. "Muchas empresas presentaron sus ERE hasta finales de año, pero algunas no los aplican", como el fabricante de lunas y parabrisas Saint Gobain, en Tarragona. "Para junio tenemos el doble de pedidos que en mayo", certifica Ramon Planas, el propietario de un pequeño taller metalúrgico de Callús (Barcelona) que suministra piezas para un proveedor de Nissan.
Los concesionarios estiman que "junio ya mostrará cifras positivas" de matriculaciones, pero la industria no lanza las campanas al vuelo todavía. "La situación es crítica, las empresas no tienen liquidez y muchas no tienen ni para pagar la Seguridad Social", frenan los proveedores. "La crisis no se acaba aquí. El repunte de la producción se debe a los planes de ayudas europeos y todos ellos tienen fecha de caducidad. ¿Y luego quíé?", se preguntan los fabricantes.