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Autor Tema: La certeza de lo impredecible  (Leído 1059 veces)

Zorro

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La certeza de lo impredecible
« en: Febrero 02, 2008, 12:05:03 pm »
La certeza de lo impredecible  
 
Cárpatos (02-02-2008)


Si algo sabemos de la próxima crisis, es que será impredecible. De lo contrario, podrí­amos tomar medidas para frenarla antes de que ocurra.

A finales de los años noventa, unos años antes de que se iniciase el mercado bajista, los ratios de las acciones tecnológicas alcanzaban alturas estratosfíéricas con PER de ciencia ficción. Por aquellos años se argumentaba un nuevo paradigma para la economí­a mundial que justificaba y aparentemente mantení­a esa situación.

Las burbujas tienen muchos factores en común. Entre ellos un aparente cambio de paradigma en las reglas naturales de la economí­a, lo que en teorí­a justifica razonablemente esa situación de desequilibrio creciente.

Se argumenta hoy que la valoración de los mercados de renta variable cotiza ya a un precio razonable y hasta atractivo históricamente. Sin embargo, mirar la realidad con la misma óptica con la que miramos el pasado implica no ser capaces de afrontar nuevas realidades y sus peligros. De nuevo, el mundo nos sorprende y se hace cierto aquel proverbio chino con el que nuestros enemigos nos desean lo peor: 'que vivas tiempos interesantes'.

Interesante es el fenómeno al que estamos asistiendo, en el que el pilar que se está tambaleando tiene su origen dentro de la estructura financiera más í­ntima.

La ingenierí­a financiera, apoyada en las infinitas combinaciones construidas con sus derivados, ha permitido la proliferación de activos que se han considerado, tal vez demasiado fácilmente, como una panacea de seguridad y estable rentabilidad para el mundo financiero.

Todos hemos tenido que aprender quíé es un CDS, CDO, ABS, y el resto de combinaciones que antes creí­amos pertenecí­an al mundo del automóvil. Los derivados de críédito han proliferado más allá de lo esperado, tal vez de la misma forma en que a finales de los años noventa muchas compañí­as de internet cotizaban a ratios virtualmente infinitos. En concreto, se estima que el riesgo de contrapartida de los CDS alcanza un valor de mercado de unos 45 billones (trillones americanos) de dólares. El problema aparece ahora porque muchas entidades, públicas y privadas, tienen en su cartera este tipo de activos calificados con AAA gracias a las compañí­as monoline. Empresas que, como MBIA y Ambac, cubrí­an el riesgo de las emisiones de terceros, asegurándoles un rating superior al que por sí­ mismos no habrí­an alcanzado y permitiendo así­ una distribución masiva entre las carteras de los institucionales.

De repente, si las agencias de rating bajan la calificación crediticia de esas compañí­as monoline, automáticamente se rebajará el rating de los activos a los que aseguran y muchas entidades se verán forzadas a venderlos (no pueden tener en cartera activos por debajo de un cierto nivel de rating), provocando una reacción en cadena que desestabilizarí­a aún más la grave crisis de liquidez y confianza que reina en los mercados.

Es sencillo continuar mentalmente con la caí­da de fichas de dominó de este proceso. Lo importante es darse cuenta de dónde está el peligro hoy, y contra quíé lucha realmente la Fed con sus agresivas bajadas de tipos.