Un juez de Miami otorgó una compensación de 1.000 millones de dólares al cubano-estadounidense Gustavo Villoldo por la muerte de su padre, ocurrida en la isla a principios de 1959, informa hoy el diario “El Nuevo Heraldâ€.
Villoldo había presentado una demanda civil en la que responsabilizó al ex gobernante Fidel Castro y a Ernesto “Che†Guevara del suicidio de su padre el 16 de febrero de 1959, horas despuíés de ser interrogado por el guerrillero argentino-cubano.
“Lo que hicieron fue torturar a esa familia y desgarrarlaâ€, señaló el juez Peter Adrien al expresar su decisión favorable a Villoldo, quien como agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) fue uno de los que ayudó a capturar a Guevara en las selvas bolivianas en 1967.
Según la demanda de Villoldo, la persecución y el acoso del gobierno de Castro a su padre en los primeros días del triunfo revolucionario de 1959 lo llevaron al suicidio.
De idíéntico nombre que su hijo, Villoldo padre poseía una franquicia y centro de distribución de la automotriz General Motors en La Habana desde mediados de la díécada de los 50, en la que la clase media cubana compraba sus automóviles nuevos. Justo antes del ingreso de Fidel Castro al poder, tenía ventas anuales de casi 15 millones de dólares, de acuerdo con el periódico.
“Mi padre fue un buen negocianteâ€, dijo Villoldo al concluir el juicio, que concedió la mayor compensación hasta la fecha en una demanda civil por una muerte.
Anteriormente, un jurado concedió 253 millones a los hijos de Rafael del Pino Siero, quien murió en la cárcel tras 18 años de encierro por tratar de ayudar a escapar a un cubano de la isla.
Esa cifra superó la de 187,6 millones otorgados por un juez federal a los familiares de tres víctimas en el derribo de dos avionetas del grupo Hermanos al Rescate en 1996 por un avión cubano.
Villoldo señaló que el negocio de su padre fue saqueado al principio y despuíés intervenido por las autoridades cubanas, quienes intentaban desmantelar todo vestigio de capitalismo.
Añadió que el propio Guevara, entonces presidente del Banco Nacional de Cuba, comenzó a acosar sistemáticamente a Villoldo y a sus hijos, quienes fueron arrestados, interrogados y amenazados con el fusilamiento.
“Mi padre se convirtió en una sombra de lo que eraâ€, explicó. “No valía para nada. Todavía lloro y no puedo dormir cada 16 de febreroâ€, confesó ante el juez, pues ese día su padre se quitó la vida tomándose un frasco de somníferos, a la edad de 56 años, describe el diario.
Más tarde, Villoldo hijo huyó a Miami, se enroló con la Brigada 2506 y participó en la invasión de Bahía de Cochinos. Despuíés fue nombrado oficial del Ejíército de Estados Unidos por el presidente John F. Kennedy y comenzó a trabajar en la CIA.
Transcurridos algunos años se dedicó a seguir el rastro de Guevara en Bolivia y junto a otros tres exiliados cubanos ayudó a localizar a Guevara en las selvas bolivianas, donde el guerrillero encontró la muerte.
Villoldo y sus abogados tratarán ahora de cobrar el dinero señalado por el juez, de cuentas y activos cubanos congelados en instituciones financieras en todo el mundo, la mayor parte en una cuenta bancaria en Nueva York, que sirvió para pagar otras compensaciones millonarias, entre ellas la de Hermanos al Rescate.