El aumento de las comisiones por servicios no compensa la caída de la actividad y el desplome del negocio de los fondos de inversión y los planes de pensiones.
La crisis no sólo afecta a la banca por el lado de la morosidad. Las cuentas de la gran mayoría de las entidades tambiíén están sufriendo una merma de los ingresos por comisiones. Sólo en los principales bancos y cajas del país este descenso fue del 4,8% en el primer trimestre de este ejercicio, lo que equivale a una caída de ingresos de 229 millones de euros.
La caída, sin embargo, no afecta a todo el espectro de las comisiones: las de fondos de inversión, de planes de pensiones y otros productos relacionados con la gestión de valores y el riesgo son las que se están llevando la peor parte. En el primer trimestre, según los datos de Inverco, el patrimonio de los fondos cayó un 26% en comparación interanual, manteniendo la racha bajista que le caracterizó en 2008.
En líneas generales, las propias entidades han incentivado esta situación, propiciando la salida del ahorro de sus clientes de los fondos para trasladarlo a los depósitos. Más recientemente, y una vez que el problema de la liquidez ha pasado a segundo plano con respecto a las necesidades de capital, el producto receptor del dinero que sale de los fondos están siendo las participaciones preferentes que las entidades colocan entre sus clientes para reforzar su solvencia.
Ahora que la bolsa ha empezado a recuperarse, los expertos no descartan una reactivación de los fondos, aunque en mayo la tendencia fue negativa. No obstante, aunque el producto mejore y los ingresos por comisiones relacionadas con este segmento de negocio suban, esta fuente de ingresos de la banca parece destinada a seguir sufriendo en los próximos meses.
Comisiones de servicio
Las comisiones de servicio (mantenimiento de cuentas, tarjetas de críédito y díébito y otros tipos de actividades transaccionales) hasta ahora han mantenido el tipo e incluso han conseguido subir en algunas entidades, como los dos grandes bancos (un 8% en el caso de Santander y un 0,5% en el de BBVA) o Sabadell (16,1%) y La Caixa.
Este resultado se ha conseguido a pesar de que la actividad bancaria, que es lo que origina las comisiones, se ha ralentizado. No son sólo los críéditos que han dejado de crecer a dos dígitos, sino que tambiíén otras operaciones bancarias sufren los efectos de la crisis. Los últimos datos publicados por el Banco de España indican que, en el primer trimestre, la actividad relacionada con las tarjetas de díébito y críédito ha bajado en casi todos los ámbitos.
El número de operaciones de compra en terminales de punto de venta (TPV) ha descendido un 0,09%, mientras que el descenso de los importes ha sido más consistente, un 5,9%.
La gente no sólo compra menos en las tiendas pagando con plástico, sino que retira menos dinero de los cajeros: de enero a marzo se retiraron 25.919 millones, un 3,3% menos que en el mismo periodo de 2008. Incluso, bajó el número de tarjetas de díébito en circulación (un 0,31%), aunque las de críédito aumentaron un 1,54%.
Ante este escenario, las entidades financieras han empezado a encarecer las comisiones que cobran a sus clientes, como demuestran los datos del Portal del Cliente Bancario del Banco de España, que recoge las tarifas promedia aplicadas a los principales servicios.
Todo es más caro
Sólo en los cinco primeros meses del año, la cuota de mantenimiento mensual de una cuenta de ahorro ha aumentado en promedio un 3,2%, hasta 19,96 euros. Un incremento parecido han registrado las cuentas corrientes, cuya cuota ha llegado ya a los 20,80 euros. El coste anual de una tarjeta de díébito ha crecido 82 cíéntimos desde enero, hasta los 15,98 euros, un 5,4%.
La cuota de la tarjeta de críédito se ha encarecido un 3,8%, hasta los 32,43 euros y el coste para sacar dinero de un cajero de una red distinta a la del propio banco ha pasado a suponer un 3,72% del importe, desde el 3,65%. Y los ejemplos podrían seguir.
De estos aumentos de precio se libran, al menos en parte, los clientes que tienen una mayor vinculación con su entidad financiera, sobre todo cuando íésta tiene alguna oferta de comisiones cero para clientes especiales, como es el caso de Santander y Bancaja. Otras entidades, que no tienen ofertas preestablecidas, aseguran que tambiíén cuidan más a algunos clientes, que son rentables sin necesidad de cobrarles más porque tienen varios productos con la entidad.
La vía de subir los precios para compensar la menor actividad, sin embargo, tiene recorrido limitado, según los expertos, así que en los próximos trimestres hay que esperar que las comisiones aporten pocas alegrías a las cuentas de resultados de la banca.
