Por... Armando Cueto Luna
Hoy existen activos financieros de poco riesgo que permiten optimizar la rentabilidad de su dinero. Ello, al margen de la cantidad de excedentes que usted pueda generar y de la diversa capacidad de ahorro de las personas.
Uno de esos activos lo constituyen las joyas de oro y plata con sentido de inversión, dado el valor intrínseco de estas.
¿Cí“MO HACERLO?
Uno de los pasos previos para adoptar esta modalidad de inversión es conocer cómo funciona este mercado. La inversión en joyas de oro y plata plantea algunos problemas, como las medidas de seguridad que toda persona debe observar para adquirir estos metales preciosos en forma de joyas. Esto implica la idoneidad del joyero a quien se hará al adquisición. Es decir, debe ser de total confianza.
Los joyeros formales se abastecen de refinerías garantizadas con una larga trayectoria, tanto en el mercado local como internacional.
La materia prima usada por los joyeros es analizada en laboratorios especializados para comprobar la pureza del metal. En el caso del oro de 18 kilates debe tener un 75% de pureza, y en la plata 925 debe tener un 92,5% de pureza. Asimismo, es importante que las balanzas de precisión estíén bien calibradas y el proceso de fundición de metales sea el más óptimo.
Una problemática actual es la formación de un buen precio local para los joyeros. Augusto Acosta Rodríguez-La Rosa, presidente del Comitíé de Fabricantes de Artículos de Plata de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), comentó que hoy el precio de referencia es el valor del oro y la plata en los mercados internacionales.
Sin embargo, las compras de plata por parte de los joyeros están gravadas con el impuesto general a las ventas (IGV), a diferencia de lo que sucede con el oro.
“Esta situación se produce porque no contamos con una entidad que promueva un mecanismo sencillo y transparente para proporcionar no solo un precio de mercado, sino lo más importante, garantizar la compra de un metal óptimo. Una alternativa interesante es que el Banco Central de Reserva del Perú atienda esta demandaâ€, acotó.
Para Acosta, deben aprobarse medidas para dar mayor competitividad no solo a las transacciones de las joyerías, sino tambiíén a mejorar la adquisición de los metales preciosos por parte de las personas.
Una de ellas es la eliminación de la mencionada aplicación diferenciada del IGV para las compras de plata y oro. Además, se deben dar facilidades a las empresas mineras para que puedan abastecer el mercado local, crear escuelas de joyería para estandarizar los procesos y potenciar la oferta exportable. Un ejemplo digno de imitar es la creación del Centro de Innovación Tecnológica de Joyería Koriwasi, en Cajamarca, por parte de la minera Yanacocha.
¿CUíNTO SE GANA?
Si usted tiene la costumbre de regalar una joya de oro o de plata a un familiar, lo que en realidad está haciendo —al margen de dar una alegría— es crear una inversión que se capitaliza a futuro. En lo que va del año la plata ha generado una ganancia de 42%, mientras que el oro acumuló 13%.
Si miramos la rentabilidad a lo largo de los doce últimos años, las tasas de rendimiento anual nominal llegan a 10,7% para el oro y de 8,4% en la plata.
Teniendo en cuenta la situación de crisis e inestabilidad de la economía mundial, donde los expertos prevíén el riesgo de una inflación significativamente mayor en Estados Unidos, y un creciente deterioro del dólar, es de esperar que los precios de los metales preciosos como el oro y al plata presenten un alto componente especulativo. Por ello, se espera que superen las cotizaciones alcanzadas en los años ochenta, donde el precio del oro estuvo entre US$2.000 y US$2.500 por onza.