La Bolsa, la opción más acertada para ganar dinero
Por Fernando Martínez en Cinco Días
Despuíés de un espectacular avance de entre el 20% y el 50% entre los principales índices financieros del mundo en un lapso de sólo tres meses, decir que la Bolsa era el activo más interesante resulta de una obviedad palmaria. Conviene recordar, sin embargo, que los que ganan son básicamente los que entraron en marzo, no los que ya estaban en el mercado. De hecho, si se comparan los niveles actuales con los de hace 12 meses, el resultado es de unos abultados números rojos de dos dígitos. A pesar de ello, la mayoría de los expertos insiste en que la Bolsa es la respuesta correcta para el ahorrador que se estíé preguntando: ¿Y ahora dónde meto el dinero?
"Hay tres grandes alternativas: renta variable, renta fija y mercado inmobiliario. De las tres, la que es más atractiva es la Bolsa, sin ninguna duda ", afirma Manuel Romera, director de Servicio Financiero en la escuela de negocios IE Business School. El director general de la firma de análisis de fondos Profim, Víctor Alvargonzález, detalla los cuatro puntos que permiten el optimismo en cuanto a la renta variable: "Liderazgo, que está siendo americano, porque el europeo es patíético; estabilización del mercado inmobiliario americano, algo básico para la valoración de los llamados activos tóxicos; una fecha objetivo de fin de recesión marcada por autoridades como la Reserva Federal, y, por último, reaparición de actividad en el segmento de fusiones y adquisiciones".
Renta variable
"El poderoso rebote actual sugiere confianza creciente en que las respuestas de política monetaria y fiscal globales comienzan a dar frutos. En este sentido aunque el avance no contradice periodos anteriores de recuperación durante grandes íépocas bajistas, se puede razonar que esta vez es diferente, más sostenible. Mientras tanto la perspectiva inmediata es incierta a medida que la recuperación en los mercados descuenta estabilización económica", resumen desde Pictet Asset Management. La gestora recomienda hacer una rotación de sectores y apunta a los más defensivos: "salud y servicios públicos se han retrasado sustancialmente los últimos meses y pueden ser fuente de un nuevo avance". "En la Bolsa hay valores por explotar", confirma Maite Seco, profesora de la escuela de negocios EOI. "Especialmente los grandes títulos tienen recorridos y a medio plazo deberían ir muy bien. Tambiíén es interesante apostar por empresas grandes que den una buena rentabilidad por dividendo".
Desde la firma de análisis de fondos Morningstar se recomienda al inversor que haga "una cartera lo más diversificada posible", siempre en función del nivel de riesgo y del horizonte de inversión. "Si es de largo plazo, una parte sustancial de la cartera debe estar invertida en fondos de renta variable", apunta Fernando Luque, editor senior de Morningstar España. Luque señala, citando a la gestora Vanguard, que el rendimiento esperable para el inversor debería situarse en un rango del 8%. Por áreas geográficas, el profesor Jaime Sabal, de la escuela de negocios Esade da prioridad a EE UU; en segundo lugar renta variable asiática, Europa y España en último tíérmino. La manera de afrontar esta exposición global es una cartera de ETF (Exchange Traded Funds), según Fernando Hernández, responsable de gestión de Inversis. Los ETF son fondos de inversión cuya particularidad es que están listados en el mercado secundario y, por lo tanto, se pueden comprar y vender en tiempo real, además de tener liquidez diaria.
Renta fija
El mercado de deuda genera alguna controversia entre los expertos. Fernando Hernández subraya las oportunidades generadas en un mercado a priori tan poco atractivo como es la renta fija soberana. Los bonos tienen un cupón fijo que se remunera periódicamente. Eso significa que la rentabilidad absoluta de la renta fija es, precisamente, constante. Lo que varía es el precio del activo al negociarlo, haciendo que la rentabilidad en tíérminos porcentuales suba cuando el precio del bono cae. Pues bien, el rendimiento del bund alemán ha pasado en cinco meses del 2,89% al 2,65%, un repunte del 26%. "Hay obligaciones a 30 años del Estado español que, compradas en el mercado secundario están dando un rendimiento efectivo del 4%", propone la profesora Maite Seco.
Sobre lo que hay mucho más escepticismo es en la renta privada. De forma particular en productos híbridos como los bonos subordinados o las participaciones preferentes, emisiones que están muy de moda en bancos y cajas. El profesor Josep Bertrán, de EAE Business School, desaconseja invertir en preferentes y resume los problemas de estos productos: "Benefician más a las entidades que a los inversores. A los bancos y cajas les permiten obtener financiación y liquidez a un coste bajo. Los inversores deben tener en cuenta que, aunque suela haber un compromiso de recompra, esta deuda no tiene vencimiento y apenas hay mercado secundario para ella. ¿Quíé significa eso? Que el inversor que en un momento dado quiera deshacerse del producto muchas veces no le quedará más remedio que vender con píérdidas".
Víctor Alvargonzález puntualiza lo que debe buscar un inversor que quiera poner el dinero en renta fija corporativa: "calidad y garantías de liquidez".
Inmobiliario
Otrora motor de crecimiento en España, el sector inmobiliario atraviesa ahora sus horas más bajas. Un informe del Banco de España señala que un 11% de los críéditos firmados en 2008 superan en estos momentos el valor real de la vivienda para la que fueron suscritos. No hay una cifra exacta, pero se estima que el excedente sin vender se sitúa en España entre 900.000 y 1,2 millones de viviendas de obra nueva. BBVA pronostica que la recuperación de este baqueteado mercado no comenzará hasta el año 2012 y el ajuste se saldaría con un descenso de los precios del 30% entre 2008 y 2011.
Los inversores ven poco atractivo a este sector. "No es un mercado líquido y antes que en España elegiría otros países, como EE UU o Alemania", sugiere Manuel Romera. "Antes de un año no va a haber nada interesante si estamos hablando de inversión", constata Jaime Sabal. Lo que los expertos sí tienen claro es que guardar los ahorros en una caja fuerte o debajo de un colchón o dentro de un calcetín no servirá de mucho. Ahora la decisión queda en manos del inversor.