Agencias
Madrid.- Las familias y empresas españolas verán cómo se debilita su situación patrimonial en los próximos meses, pese al descenso experimentado recientemente por los tipos de interíés, según el Informe Anual correspondiente al ejercicio 2008 publicado por el Banco de España.
Por lo que respecta a las familias, la perspectiva de una contracción del críédito perjudicará aun más el patrimonio de los hogares, pese al alivio que representará el descenso de los tipos de interíés del mercado interbancario, como el euríbor, en los príéstamos y críéditos hipotecarios.
El Banco de España sostiene tambiíén que, aunque las entidades financieras españolas han sufrido menos que las de otros países de nuestro entorno, no son "inmunes" al deterioro de la economía real, por lo que su posición financiera se verá sometida a "presiones".
Así mismo, la "persistencia" de las turbulencias financieras y la crisis de liquidez tendrán un efecto en la capacidad de financiación en el exterior de la economía española, pese a que se han reducido las necesidades de financiación del sector privado gracias a las medidas de apoyo aprobadas en el último trimestre de 2008.
De este modo, la crisis de liquidez seguirá atenazando al sector privado dado su fuerte endeudamiento y las "díébiles" perspectivas macroeconómicas.
El paro amenaza la recuperación
El órgano que dirige Miguel íngel Fernández Ordóñez prevíé descensos del PIB en lo que resta de año que conducirán a una "significativa caída" en el conjunto de 2009, aunque ve muy probable que el momento de mayor contracción ya se haya superado y que la intensidad de la crisis empiece a disminuir en el segundo semestre por efecto de las medidas adoptadas por el Gobierno.
Así lo ha asegurado el gobernador del banco emisor en el discurso de presentación de su Informe Anual, en el que ha afirmado que la previsible evolución de la economía hace pensar que "la caída en 2010 será más atenuada".
En este contexto, el Banco de España considera que la trayectoria del empleo es "preocupante", ya que, pese a la mejora de algunos indicadores recientes, "ligados en parte a factores estacionales", el proceso de destrucción de empleo "puede prolongarse durante algún tiempo y la tasa de paro continuar todavía su senda descendente".
Así, Fernández Ordóñez advierte de que "existe el riesgo de que el fuerte incremento del paro adquiera gran persistencia y que ello retrase la recuperación posterior".
Prepararse para el futuro
Pese a las previsiones de atenuación de la crisis y la mejora de algunos indicadores, Fernández Ordóñez ha indicado que si no se aplican ciertas reformas, existe el riesgo de que incluso despuíés de haber superado la fase más severa de la crisis, ciertos "rasgos institucionales" continúen lastrando las posibilidades de recuperación de la economía y se conviertan en una "ríémora" para seguir avanzando en el proceso de convergencia real con Europa.
Así, ha apuntado que para restaurar unas bases sólidas de crecimiento económico es preciso sanear la posición patrimonial del sector privado y del sistema bancario, culminar el ajuste del sector inmobiliario y, sobre todo, mejorar la productividad, la competitividad y los estímulos para la creación de empleo.
En cuanto al mercado de trabajo, pese a que la caída del IPC ha permitido una reducción de los costes laborales que soportan las empresas, el Banco de España ve necesaria una reforma encaminada a que "las condiciones laborales se ajusten a los momentos cíclicos de la economía y, en particular, a las circunstancias específicas a las que se enfrentan las empresas".
Concretamente, Fernández Ordóñez apuesta por "modificaciones en los sistemas de contratación que permitan que los trabajadores que han perdido su empleo puedan retornar con prontitud a la vida laboral activa", evitando el paro de larga duración. Asimismo, aboga por la mejora de los sistemas de intermediación en el mercado laboral y de la movilidad y formación de los desempleados.
Además, demanda "avances significativos" en la eliminación de las trabas administrativas, la liberalización del sector servicios, así como en los sectores energíético, de telecomunicaciones y el del transporte ferroviario.