Luis Portillo: "Me he sacrificado por los accionistas al dejar la presidencia de Colonial"
Carmen Canfrán | 7:20 - 5/02/2008
Durante el último mes, Luis Portillo sólo tenía un objetivo en su mente: buscar una solución viable para salvar Colonial y a los accionistas minoritarios que confiaron en su proyecto. No ha desaprovechado ni un minuto del día para lograr un buen desenlace a la historia de su imperio. Tras miles de reuniones con pretendientes y sus bancos acreedores ha logrado un final feliz. Un fondo del Estado de Dubai está dispuesto a comprarle su paquete del 39 por ciento de Colonial a un precio con el que saldaría sus deudas con las entidades.
Requisitos
Aunque todavía se desconocen los planes del fondo árabe, el cerebro de este operación tiene muy claro que el futuro dueño de Colonial:
"Venderíé mi porcentaje de Colonial a una empresa seria que tenga un proyecto creíble, una capacidad financiera y que cubra como mínimo mi deuda con los bancos", señaló en un conversación telefónica con este periódico. Todo apunta a que Investment Corporation of Dubai cumple con estos requisitos.
El empresario sevillano tiene claro que el pretendiente deberá contar con su bendición: "El que se quede con la compañía tiene que contar con mi aprobación, porque si salgo del capital se ejecutarán los críéditos", asegura este ejecutivo.
La inmobiliaria tiene un príéstamo sindicado que supera los 7.000 millones de euros, una losa muy pesada que deberá aguantar aquíél que se quede con Colonial en un entorno nada favorecedor para el mercado del ladrillo. "Estoy buscando una solución para la compañía y para los 27.000 ahorradores que están en Colonial y se han quedado atrapados", asevera.
Los accionistas minoritarios
Si se le pregunta cuánto vale Colonial, el ex presidente no duda ni un segundo. "Colonial vale lo que representa el valor de sus activos", indica. En los resultados del tercer trimestre, el valor neto de los activos por acción se situó en 2,79 euros, un precio muy superior a la cotización del viernes (1,54 euros).
A su juicio, el mercado no refleja el valor real de la inmobiliaria. "Hay inversores que venden acciones sin tenerlas y casi al final de la sesión las compran. Eso es un delito y ocurre todos los días", señala el empresario, que cree que el descalabro bursátil es por este motivo.
Ante la situación extrema a la que ha llegado la inmobiliaria en bolsa, según Portillo, lo único que le preocupa son, por orden de importancia, sus accionistas , sus bancos acreedores y sus socios. En su opinión, tal es su afán por proteger al minoritario que decidió salir del Consejo de Administración. "Me he sacrificado por mis accionistas ", exclamó. Con una acción a 1,54 euros, aquellos que compraron títulos a cuatro o cinco euros no estarán muy contentos.
En este sentido, reitera por activa y por pasiva, que ha jugado limpio. "Yo no he engañado a nadie, ni me he llevado el dinero de los accionistas", afirma el sevillano, quien recalca que lo que ha hecho ha sido todo lo contrario al inyectar 1.700 millones de euros en su proyecto. "Podría haber vendido a seis euros y no lo he hecho porque no he buscado plusvalías".
'Buen rollo' con sus socios
Otro de los puntos que quiere recalcar son los motivos de su salida de la presidencia y del consejo. Este hecho, en su opinión, no ha supuesto abandonar el barco a la deriva, sino todo lo contrario. Decidió marcharse del órgano gestor para desvincular su mala imagen de la actividad de la compañía y tambiíén para tener más tiempo.
"Yo quiero arreglar mi situación financiera, por eso dejíé la presidencia, porque no le puedo dedicar todo el tiempo a la compañía y eso no es justo", afirma. Por eso, puso en su puesto a un hombre de su confianza, que era el consejero delegado, Mariano Miguel, hasta que un nuevo dueño tomase el control.
Esta es su teoría y por lo tanto no quiere ni oír hablar de que sus socios le apretaron las tuercas por su gestión y le pusieron contra las cuerdas para dimitir. "Si esa hubiera sido la razón, ¿por quíé salimos todos (se refiere a íél, Luis Nozaleda, Domingo Díaz de Mera, Aurelio González, Josíé Ramón Carabante y Oscar Fanjul, entre otros) del consejo?". Se tomó esa decisión, según explica, para que la situación financiera delicada de cada uno de ellos no afectara a la compañía.
Beneficios en el 2007
Presume del "buen rollo" que ha tenido con sus principales socios hasta el final y subraya que no ha tomado ninguna decisión sin consultárselo a ellos. "Todas las operaciones han contado con la mayoría del consejo", afirma el ejecutivo, quien no para de defender su posición. "Yo nunca he pedido ser presidente".
Eso sí, Portillo reconoce que las garantías de sus príéstamos destinados a comprar las acciones de Colonial saltaron por los aires y le han puesto entre las cuerdas. Una situación que, a su juicio, está al orden del día, ya que hay muchas compañías viviendo los mismos efectos. "Estoy en la misma situación que muchos empresarios españoles", recuerda, aunque elude dar nombres.
En su opinión, las cifras rebatirán muchos rumores que circulan en el mercado. Según sus cálculos, el beneficio de Colonial en 2007 superará los 450 millones de euros. "¿Eso es una mala gestión?", recrimina Portillo a sus críticos.