Aguas de Barcelona se ha convertido en el primer candidato de La Caixa para hacer caja. Criteria, el vehículo de inversión de entidad, necesita más que nunca vender alguna de sus participaciones para convencer a sus accionistas de que, cuando invirtieron su dinero, no se equivoraron.
resumen noticias perfil recomendaciones / consenso gráficos carteras histórico ) unas plusavalías netas de 800 millones, de los que la mitad se destinarían a financiar las nuevas compras y los otros 400 a repartir como dividendo entre los accionistas.
Sin embargo, los gestores de Aguas de Barcelona (su presidente Jordi Mercader y el consejero delgado Angel Simón) están intentando boicotear la venta de la compañía a la francesa Suez, ya que si los franceses se quedaran con la sociedad, ellos verían peligrar sus puestos de trabajo.
La venta de Aguas de Barcelona a Suez tendrá una fuerte oposición tanto por el ejecutivo catalán como por los sindicatos de una de las empresas catalanas con una historia más larga. Sin embargo, en Criteria consideran que Aguas de Barcelona es la desinversión idónea, ya que el recorrido del valor en bolsa es muy pequeño y, por lo tanto, ya es una inversión madura.
Otro de los motivos que han propiciado la negociación entre Critria y Suez es que el año pasado ambas compañías lanzaron una opa sobre las acciones de Agbar. Fruto de aquella operación, sólo un 10% de las acciones de Agbar están en el mercado, ya que los dos socios controlan el restante 90%.
Ambos se comprometieron ante la CNMV a que antes de septiembre el porcentaje de acciones en el mercado pasaría del 10% a, al menos, el 30%. La venta de Criteria a Suez facilitaría el aumento del número de acciones cotizadas.
Desde la salida a bolsa de Criteria, en otoño de 2007, la compañía sólo se ha dedicado a realizar inversiones, pero, hasta ahora, ninguna desinversión, lo que ha castigado un valor que empezó a cotizar a 5,25 euros y ahora está sobre los 3 euros.
Para conseguir reactivar el valor de sus acciones, Criteria se ha planteado durante los últimos meses la venta de diversas participaciones. La primera de esas posibles ventas fue la de Port Aventura y, sobre todo, la del 20% de la petrolera Repsol. Pero la venta de la petrolera a inversores rusos fue vetada por el Gobierno y Criteria tuvo que modificar su hoja de ruta.
Una vez jubilado Ricardo Fornesa como presidente de Criteria, su sucesor, Isidre Fainíé, ha buscado nuevas alternativas para lograr liquidez y conseguir, por un lado, repartir los dividendos que prometió a los fondos estadounidenses que invirtieron en la sociedad, y, por otro, lograr la liquidez suficiente para realizar las inversiones internacionales que planea la sociedad.
Entre los principales objetivos de Criteria figuran la compra de acciones del banco austríaco Erste y del chino BEA de las que planea alcazar una participación cercana al 20% a corto plazo. La inversión prevista en estas dos operaciones es de unos 400 millones.