Robert Doll, vicepresidente y director global de inversiones de renta variable de BlackRock, ha arrojado algo más de luz al futuro de los mercados. En su comentario semanal asegura que "la renta variable de Estados Unidos y la mayoría de los mercados puede registrar una ganancia porcentual de dos dígitos este año". Además, según sus estimaciones, los valores estadounidenses superarán a los europeos y los mercados emergentes a los desarrollados.
Lo peor parece que ha pasado ya, al menos eso es lo que se apunta desde distintos frentes pasando por analistas de mercado, economistas y diversas instituciones. Lejos quedan ya los días de pánico vividos en el segundo semestre de 2008 y parece que los mínimos del pasado mes de marzo son casi un vago recuerdo. Los 'brotes verdes' se ha convertido en la frase de moda de dos meses a esta parte y, pese a que la ansiedad ante la nueva oleada de resultados empresariales se está dejando notar en la bolsa esta semana, los inversores comienzan a respirar más tranquilos.
No obstante, aunque es cierto que toca mirar hacia delante con cierto optimismo y, en palabras de Doll "lo peor de la recesión ya se ve por el retrovisor", hay que evitar las manifestaciones excesivas de euforia porque hay que tener en cuenta que "los brotes verdes están naciendo en un terreno bastante devastado". En este sentido, las perspectivas de la renta variable dependerán en gran parte del ritmo y la amplitud de la recuperación económica mundial, destacan desde BlackRock. Lo que hace falta es que de verdad se produzcan buenas noticias, ya que la tónica de las últimas semanas ha sido la publicación de "noticias menos malas".
Por ello, desde la firma de inversión no descartan que se produzca una ligera corrección en los mercados, dado que la renta variable ha iniciado una "fase de corrección lateral". Sin embargo, Doll ve "extraordinariamente improbable" que los precios retrocedan hasta sus niveles de principios de marzo, cuando se firmaron mínimos de los últimos 12 años. No obstante, sí podría producirse un descenso moderado a corto plazo con volatilidad continuada, explica.
Además, desde la firma se aventuran a pronosticar que el Standard & Poor´s 500 conseguirá alcanzar los 1.000 puntos antes de final de año, aunque no descartan la posibilidad de que se produzca un retroceso a corto plazo que devuelva al índice a la zona de los 800-850.